Redacción (ALN).- Según un informe de la Fundación Mozilla, los servicios gratuitos de los operadores de telecomunicaciones no están sirviendo para conectar a la red a más mujeres en Perú, tampoco a gente de bajos recursos o a quienes viven en comunidades rurales.
El alto costo, las conexiones de mala calidad, la falta de electricidad, el analfabetismo y las diferencias de género son las mayores barreras para el acceso a internet en Perú, según un informe de la Fundación Mozilla difundido este martes y recogido por la agencia EFE.
El estudio analiza el uso de internet a ‘tasa cero’, es decir, los servicios que los operadores de telecomunicaciones ofrecen a los usuarios de forma gratuita. En este sentido, la investigadora Roxana Barrantes, del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y autora de este informe, comentó que las políticas de ‘tasa cero’ no están sirviendo para “conectar más gente a internet”, sino que se usan simplemente por los jóvenes “para controlar los costos”.
“Las barreras reales al acceso a internet en Perú siguen existiendo, sobre todo para las mujeres, gente de bajos recursos y los que viven en comunidades rurales”, subrayó Barrantes.
Por su parte, Jochai Ben-Avie, gerente senior de Política Global de Mozilla, afirmó respecto al informe que es “alentador ver que en su mayoría los peruanos no permiten que los servicios de ‘tasa cero’ limiten su uso de la web”, si bien reconoció que “eso no implica que todos tengan el acceso a internet que merecen”.
Así, en Perú son las condiciones de acceso las que más influencia tienen en los procesos de comprensión y adopción de internet, con un amplio contraste entre los usuarios de áreas rurales y urbanas. Esta situación subraya las “barreras” que se encuentran para el uso de las nuevas tecnologías.
“Las comunidades rurales no tienen internet, pero tampoco servicios básicos como electricidad. Lenguaje y alfabetización son también barreras. Aprender a usar internet demanda tiempo que muchos no tienen. Las mujeres indican que el trabajo doméstico y cuidado infantil, además del trabajo fuera del hogar, dejan poco tiempo libre. Y si hay tiempo, no hay lugares o instructores para enseñar”, zanja el documento.