(EFE).- Los españoles podrán salir a la calle sin mascarilla a partir de este jueves, según aprobó el Gobierno, en vista de que la sexta ola de coronavirus está en descenso desde hace días.
No obstante, se tendrá que usar en eventos multitudinarios en los que se esté de pie o, si se está sentado, no se pueda mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros.
Cuando haya aglomeraciones en la calle, será los distintos gobiernos regionales los que decidan qué instrucción dan a los ciudadanos.
También los niños podrán jugar en los patios de los colegios sin el cubreboca durante los recreos, aunque estén juntos, un alivio para los más pequeños.
España, que ha tenido una de las normativas más restrictivas durante lo más grave de la pandemia, «liberó» a los ciudadanos del uso de la mascarilla el pasado mes de junio, tras 400 días, cuando la incidencia quedó reducida a menos de 100 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días.
Sin embargo, la explosión de una sexta ola, que se inició en octubre, hizo que el Gobierno volviera a imponer el uso del cubreboca en el mes de diciembre, a las puertas de la Navidad, cuando la incidencia de la pandemia estaba disparada y además, se sucedían las reuniones de amigos y familiares con motivo de las fiestas.
Ya entonces el gobierno dijo que esa medida, criticada por algunos sectores como ineficaz, sería por el tiempo mínimo indispensable para tratar de contener el auge de casos por el avance de la variante ómicron.
Desde este jueves se podrá salir a la calle con la cara descubierta, incluso en calles donde haya aglomeraciones, cosa que no ocurría el pasado verano, que sí había que llevar mascarilla en ese supuesto.
Nada cambia en espacios cerrados, según recordó hoy el Ministerio de Sanidad en una nota de prensa, donde es obligatorio su uso, así que habrá que llevarla en el transporte público, en tiendas, museos, bibliotercas, centros escolares, sanitarios.