Daniel Gómez (ALN).- La vida media de las empresas cae de forma dramática. Y una cosa está clara: para sobrevivir hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Por eso Telefónica ya no es una teleco, Repsol dejó de ser una petrolera, y BBVA, que lleva siendo un banco 161 años, ahora quiere parecerse a Netflix.
Hoy Telefónica es una tecnológica, Repsol asegura que ya no es una petrolera y BBVA trabaja para convertirse en una plataforma digital como Amazon y Netflix. La conclusión es que las grandes empresas españolas ya no son lo que eran.
Existe una consigna clara entre los ejecutivos de estas tres cotizadas. Para sobrevivir hay que transformarse. La revolución de las máquinas no espera por nadie. Sólo hay que ver cómo se aceleran los tiempos de consumo. La televisión tardó 75 años en alcanzar los 100 millones de usuarios, el teléfono móvil 16, Facebook cuatro, y la aplicación de Nintendo, Pokemon Go, lo logró en menos de un mes.
Otro dato revelador es que hoy las empresas más grandes del mundo no son petroleras, ni bancos, ni fondos de inversión. Son tecnológicas. Atendiendo a la capitalización bursátil Apple, Google y Microsoft son las firmas más poderosas del momento. Hace 11 años, en 2007, esos tres primeros puestos correspondieron a energéticas como Petrochina, Exxon Mobile y General Electric.
Telefónica acelera el negocio de los datos
Tal cual está el panorama, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, repite y repite una consigna. Que “la vida media de las empresas se está acortando”. Que si antaño la vida media era de 67 años, hoy ese promedio se ha rebajado hasta los 17.
Por eso el directivo insiste tanto en la transformación digital. Un cambio en el modelo de negocio y en la cultura corporativa que ha sido tan radical en Telefónica (que tiene 94 años de historia) que, en apenas dos años, han dejado de ser una teleco para convertirse en una empresa de datos.
“Hoy somos, más que nunca, una compañía tecnológica”, dijo Álvarez-Pallete en la junta de accionistas celebrada en Madrid a principios de junio. Una presentación en la que el ejecutivo ofreció indicadores hasta ahora insólitos. Como que mientras los ingresos por voz caen, el volumen de datos móviles crece 60% anual.
“Los datos, la conectividad de última generación y los servicios de valor añadido, todo aquello que conforma el nuevo mundo que se abre paso, crecen de forma imparable”, remarcó (Leer más: José María Álvarez-Pallete convierte a Telefónica en una tecnológica).
Repsol ingresa más por gas que por petróleo
La revolución de Repsol es la menos digital de todas en lo que a contenido se refiere. La empresa deja de ser una petrolera porque en estos momentos produce más gas que crudo. “La realidad es que hoy 67% de nuestra producción es gas”, dijo Josu Jon Imaz, consejero delegado del grupo, en un acto celebrado en mayo (Leer más:Repsol anuncia que deja de ser una compañía petrolera).
Urge un cambio del modelo energético. No se puede seguir quemando petróleo como hasta ahora. Aparte de que es un recurso limitado, también importa el hecho de que muchos de sus usos son contaminantes.
El instinto de supervivencia de Repsol, que ya lleva 31 años en el mercado, le ha hecho cambiar el modelo productivo. La compañía insiste más que nunca en el gas. Un hidrocarburo que, con el debido trato, es mucho menos contaminante que el petróleo, e igual de eficiente a la hora de producir energía. También apuesta por otros negocios como el biocombustible y la producción de plásticos no contaminantes.
Repsol, que actualizó la estrategia para 2020, presupuestó 2.500 millones de euros, equivalentes al 17% del presupuesto (de 15.000 millones de euros), para reducir en 2,1 toneladas las emisiones de carbono y potenciar el negocio eléctrico en España (Leer más: Todas las claves del renovado plan estratégico de Repsol).
BBVA sigue el modelo de Amazon y Netflix
BBVA lleva 161 años siendo un banco. Ha cambiado de nombre en alguna ocasión, pero su negocio siempre ha sido dar créditos a la gente. Todo esto está a punto de cambiar. “Vamos a ser una plataforma, como Netflix o Amazon”, sentenció Francisco González, su presidente, en el foro Forbes Summit en octubre de 2017.
BBVA ya está dando los primeros pasos de esta revolución. En la actualidad, de los 73 millones de clientes que tiene el banco, 24 millones son digitales y casi 20 millones clientes móviles. Además, hasta abril de 2018, BBVA vendió casi el doble de unidades por canales digitales que en el mismo periodo en 2017. Con este incremento, las ventas por estos canales superaron 37,5% del total por primera vez.
“La tendencia apunta hacia un crecimiento acelerado y consistente tanto del número de clientes que operan a través de estos canales, como del número de productos y servicios que consumen a través de esta vía”, dijo el banco en un comunicado (Leer más: BBVA duplica las ventas digitales en los cuatro primeros meses del año).
BBVA, hoy más digital que nunca, también hace esta transformación por una cuestión de supervivencia. Según el presidente González, en 20 años apenas quedará una docena de bancos relevantes. Un sector superpoblado en la actualidad, con más de 20.000 entidades operativas.