Rafael Alba (ALN).- Ed Sheeran, el rey del streaming, también se convierte en líder mundial de la industria de los conciertos en directo. Los ingresos del sector de la música en vivo han alcanzado cifras récord en los primeros seis meses de 2018.
Tiempo de prodigios. La industria de la música grabada vive su mejor momento en dos décadas y se ha convertido en la niña mimada de Wall Street y la banca de inversión, gracias al streaming, YouTube, Spotify y demás animalitos del bosque tecnológico. Y una parte de esa pujanza y vitalidad parece haber contagiado al sector de los conciertos en directo. Al menos, a los habitantes de la parte alta de la pirámide, ese grupo reducido de estrellas que parece dispuesto a acaparar toda la riqueza disponible si nadie hace nada por evitarlo. Y, la verdad, a estas alturas es difícil saber quién podría hacerlo. Según los datos de Pollstar, el portal californiano considerado como la principal referencia mundial del sector, en la primera mitad de este año, las 50 giras globales de más éxito han obtenido ingresos de 2.210 millones de dólares (1.900,40 millones de euros), una cifra que supone un aumento del 12% sobre los datos registrados en el mismo periodo del año anterior.
La industria de la música grabada vive su mejor momento en dos décadas y se ha convertido en la niña mimada de Wall Street y la banca de inversión, gracias al streaming
El número, por cierto, es un nuevo récord histórico. Y un inesperado éxito para una industria que había empezado el año temerosa y compungida porque en enero algunos grandes tours en marcha no colgaban el cartel de ‘no hay billetes’ al ritmo esperado. Pero los malos augurios no se confirmaron y, casi de un día para otro, el negocio despegó. Tanto que en estos seis meses frenéticos también se ha registrado una nueva marca, en este caso mucho menos satisfactoria para la afición: el precio medio de las entradas ha experimentado un aumento de 14% con respecto a las cifras del primer semestre de 2017 y se ha situado en 96,31 dólares (82,81 euros). Otro guarismo espectacular que también supone una cifra nunca vista hasta ahora. Y un número que explica perfectamente otra de las características de la temporada, porque el éxito económico se ha visto un poco empañado por el leve descenso de 2% en la venta de tickets, que sólo ha sumado un total de 22,9 millones siempre considerando sólo las giras de este exclusivo Top 50 al que nos referimos.
A pesar de esta paradoja, más dinero recaudado, pero menos entradas vendidas, que podría hacer saltar algunas alarmas entre los analistas como posible indicio de un cierto agotamiento del público que estaría empezando a manifestarse, las fuentes de la industria consultadas por Pollstar descartan el posible peligro. Ellos atribuyen estos resultados a las campañas que se han puesto en marcha en todo el mundo para luchar contra la reventa y los mercados secundarios, a los que se habría ido en años anteriores una buena porción del dinero no ingresado por los empresarios oficiales, lo que, en su opinión, resultaba más que perjudicial tanto para la industria como para el cliente. De hecho, los portavoces del sector de los conciertos piensan que, en términos reales, ahora el público estaría pagando menos por ver sus shows favoritos que en otras temporadas. Y que el hecho de que las entradas cuesten más en los puntos de venta oficiales del mundo real y de internet ha contribuido también a complicar la operación habitual de los revendedores.
Ed Sheeran supera récords de recaudación
Pero el precio todavía importa. O eso parece. En los primeros seis meses de 2018, la gira mundial de más éxito, protagonizada por Ed Sheeran, ha sido también una de las más asequibles para los aficionados, porque el precio de la entrada ha sido sólo de 80,90 dólares (69,56 euros), un 15% inferior que el correspondiente a la media del sector del que hablábamos antes. Quizá como consecuencia de eso, las 52 actuaciones realizadas por Sheeran en este semestre han permitido que el artista venda un total de 2,6 millones de tickets e ingrese 213,9 millones de dólares (183,9 millones de euros). En cierto modo, el imparable ascenso a la cima de Sheeran, que acumula también números de récord en el streaming de audio y vídeo gracias al tema Shape of You (más de 1.500 millones de escuchas en Spotify y más de 3.000 millones de visionados en YouTube), es una muestra clara de las tendencias de moda en estos tiempos. Y quizá de que los nuevos formatos de consumo musical que han revitalizado a la industria de la música grabada empiezan a dejarse notar con fuerza también en el mundo más tradicional de las macrogiras y el rock de estadios.
Los portavoces del sector de los conciertos piensan que, en términos reales, ahora el público estaría pagando menos por ver sus shows favoritos que en otras temporadas
La canción, líder absoluta de todas las listas de 2017 con el permiso de Despacito y Luis Fonsi, es quizá el principal reclamo con el que ha contado el artista para abarrotar sus conciertos. Se trata de una pieza de pop pegadizo, con aires de r&b y dancehall jamaicano que fue fabricada a conciencia con la aplicación de técnicas de alta precisión musical, de las que ya hemos hablado anteriormente, que le dan un nuevo sentido a la palabra plagio (Ver más: ¿Quieres ser una estrella de la música? Aprende a hackear algoritmos). En la nómina de autores conviven el propio Sheeran y los productores del tema, Steve Mac y Jhonny McDaid. Aunque a estos tres nombres habría que añadir otros cuatro. Los de Kandi Burruss, Tameka ‘Tiny’ Cottle, y Kevin ‘She’kspere’ Briggs, autores de No Scrubs, una canción de 1999, a la que el grupo TLC llevó al número uno de la lista de ventas de la revista Billboard, ese mismo año. Sheeran, Mac y McDaid usaron el estribillo y el ritmo de este tema en la parte anterior del suyo. Un proceso que se conoce como interpolación, que incluye el uso de inteligencia artificial y el manejo a gran escala del big data, y que está presente en muchos hits de los últimos años.
Con toda esa parafernalia de modernidades a su servicio en el estudio de grabación, una imagen cercana y una voz agradable, Sheeran, un ídolo blandito y poco peligroso muy del estilo del español Pablo Alborán, salvando alguna que otra distancia, ha conseguido destronar a los durísimos ases del heavy metal global, unos músicos poco apreciados por la crítica culta y despreciados por la industria de la moda por su falta de glamour, que, sin embargo, han acreditado una y otra vez su condición de amos de los estadios. El bueno de Ed ha ingresado en los conciertos de este primer semestre de 2018 un 40% más que lo que obtuvo en 2017 Guns & Roses, la banda que consiguió el liderazgo en el mismo periodo del año pasado y que tuvo que conformarse con una recaudación de sólo 151,5 millones de dólares (130,27 millones de euros). Pero los números son más impresionantes aún si se realiza la comparación con los 177,5 millones de dólares (152,6 millones de euros), que obtuvo AC/DC en los seis primeros meses de 2010. Esa cifra, que era hasta ahora el récord histórico, ha sido superada en un 20% este año por Sheeran, el nuevo mesías.
Luis Miguel es el líder en la música latina
Pero volvamos a los números correspondientes al primer semestre de este año. En ese periodo, la medalla de plata le ha correspondido a Bruno Mars, cuyos números también son brillantes: una recaudación total de 113,4 millones de dólares (97,51 millones de euros), derivados de las 857.000 entradas vendidas a un precio medio de 132 dólares (113,5 euros). Y el bronce ha sido para The Rolling Stones, unos incombustibles veteranos que no piensan en absoluto en la jubilación. Lógico. ¿Por qué plantearse la retirada cuando aún son capaces de ingresar 100,8 millones de dólares (86,67 millones de euros) en seis meses, tras haber reunido a 633.000 espectadores dispuestos a pagar 159 dólares (136,7 euros) por cabeza para ver en acción a las míticas Satánicas Majestades del rock and roll? Y ellos no son los únicos veteranos presentes en el Top 10. Eagles en la sexta posición; Roger Waters, el antiguo bajista de Pink Floyd, en la novena; y U2 en la décima, confirman la fuerza de las bandas históricas.
Luis Miguel es el primer representante de la música latina en el Top 100 de las giras del semestre. Su nuevo espectáculo ha recaudado entre enero y junio de este año 44,2 millones de dólares
Aunque todos ellos han quedado por debajo de la línea de los 100 millones de dólares (85,99 millones de euros), el punto que marca las diferencias entre los más grandes y el resto. Una barrera psicológica que tampoco han superado los ídolos juveniles Taylor Swift, Pink y Justin Timberlake, que ocupan respectivamente los puestos cuarto, quinto y séptimo de la lista, ni tampoco el ídolo del country, Kenny Chesny, que con su octava posición confirma la potencia comercial de una música que tampoco suele ocupar demasiado espacio en los medios especializados por la supuesta relación con el pasado y la falta de pedigrí vanguardista, pero que siempre está ahí, como puede comprobarse año tras año cuando llega la hora de contar entradas vendidas y dinero recaudado en los conciertos. Y que hasta vende más discos que la media. Todo lo contrario de lo que parece pasar con las estrellas del r&b, el rap y las nuevas músicas de baile que todavía no funcionan tan bien en directo como deberían. Por eso, quizá el tour mundial de Beyonce y Jay Z, la parejita de moda, a pesar de dominar los suplementos dominicales de la prensa y los portales de internet de medio mundo, se ha tenido que conformar con el puesto número 11 en la lista de Pollstar.
Y puede que también por eso, la nueva sensación mundial de este estilo, el admirado Kendrick Lamar, no aparece hasta el puesto 18. Uno por debajo del renacido cantante mexicano Luis Miguel, el primer representante de la música latina en el Top 100 de las giras del semestre. Su nuevo espectáculo ha recaudado entre enero y junio de este año 44,2 millones de dólares (38 millones de euros), tras pasar por 48 ciudades del mundo y vender 404.320 entradas a un precio medio de 109,13 dólares (93,84 euros). Unas cifras que muchos envidiarían, desde luego. Los otros grandes vendedores de entradas de este ranking de élite son el neoyorquino Romeo Santos, en el puesto 23; el italiano Andrea Bocelli, en el 32; las gringas Demi Lovato y Jennifer López, en los puestos 37 y 38, respectivamente; la gira de la serie infantil Soy Luna, una gran producción de éxito de Disney Latinoamérica, en el puesto 50. Y después otros cracks de estilos diversos como Maluma, en el 54; Ricardo Arjona, en el 68; Enrique Iglesias, en el 69; Bad Bunny, en el 72; Gloria Trevi y Alejandra Guzmán, en el 74; Shakira en el 85; Marco Antonio Solís, en el 93; y Santana, en el 95. Todos los que están son, que se dice. Pero sí, faltan algunos nombres punteros, como el del inevitable Luis Fonsi, por ejemplo, cuya gira apenas acaba de arrancar, pero que, muy probablemente, se colará en la lista en el segundo tramo del año. O esa es la apuesta generalizada que hacen todos lo que saben algo de esto.