Daniel Gómez (ALN).- Los datos de la consultora Finnovating son una advertencia a aquellas entidades que siguen negando la revolución fintech. Por suerte, en España son pocos los que piensan así. En el país, 75% de las startups financieras colaboran con bancos y aseguradoras.
Las fintech crecen como setas. En España ya existen 300 de estas compañías financieras, nativas del entorno digital. Este dato sitúa al país como el sexto a nivel mundial de startups de este tipo.
Cálculos de Finnovating, una consultora tecnológica asociada a gigantes españoles como Banco Santander,BBVA, Telefónica y Mapfre, dicen que el sector fintech creció 53% en el primer trimestre de 2018, respecto al mismo periodo de 2017. Eso indica que en un año se crearon en España 104 de estas startups.
En este momento, las fintech facturan 100 millones de euros al año y emplean a 5.000 profesionales. Pero esto va en aumento: la consultora calcula que crearán 4.500 nuevos empleos en los próximos 12 meses.
Finnovating añade que las fintech líderes pueden incorporar una media de 12 personas a las plantillas de cara al próximo año. No obstante, algunas podrán contratar incluso a 100 empleados en este periodo.
Las fintech crearán 4.500 nuevos empleos en España en los próximos 12 meses
Hay cambios más profundos en esta revolución. Según la consultora, las fintech “podrían poner en riesgo 24% de los ingresos de las entidades financieras”. Es una amenaza al negocio de los bancos y las aseguradoras. Al menos para aquellos que se tapan los ojos ante esta realidad.
Se ve cómo las instituciones líderes en España están abriendo las puertas a las fintech con financiación y programas de desarrollo. Este año, Banco Santander financió a la startup brasileña Creditas. BBVA lanza buena parte de los productos digitales en alianza con estas empresas. Y Bankia tiene en Valencia su propio centro de lanzamiento de fintech.
España no se queda al margen de esta tendencia, y en el Congreso están tramitando una ley para que las startups financieras prueben los productos sin poner en riesgo el capital. Es lo que se conoce como sandbox y está dando buenos resultados en Reino Unido, Australia y Singapur.
España: un buen lugar para las fintech
Además de iniciativas, existen datos que avalan que España es un buen lugar para estas startups. 75% de las fintechs españolas colaboran activamente con entidades tradicionales, según la consultora. Y colaboran, dice Finnovating, con un alto grado de satisfacción.
Los directivos de las fintech consultadas califican la relación con los grupos tradicionales con 7,4 puntos sobre 10: notable. Al mismo tiempo, precisan que las alianzas no se limitan a un solo banco, o a una sola aseguradora. El 55% de las fintechs españolas colaboran con tres o más empresas.
Como nota negativa, 67,5% de las startups financieras en España consideran “mejorable” la actuación de los reguladores. Esto contrasta con la percepción que existe en otros países como Reino Unido, donde la economía fintech impacta con 7.790 millones de euros en el Producto Interior Bruto.
Respecto a la percepción, llama la atención la baja estima que tienen los emprendedores españoles. Finnovating advierte que las fintech españolas ubican a España como el décimo mejor país para innovar, mientras que las latinoamericanas identifican a España como el cuarto mejor, sólo superado por Reino Unido, Estados Unidos y Alemania.
Otro indicador que preocupa es que 12,5% de las fintech españolas no han levantado aún ningún tipo de financiación. No obstante, Finnovating detecta un apetito inversor en auge, así como datos optimistas: 32,4% de las fintech españolas ha conseguido más de un millón de euros.