Redacción (ALN).- La decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, que invadir su vecino Ucrania e iniciar una guerra para evitar que este país se una a la OTAN le ha granjeado al antiguo oficial de la KGB muchos enemigos, dentro y fuera de su país.
Y en medio de la paranoia que le produce saberse odiado, el gobernante ruso ha ordenado que se extremen medidas para protegerlo de algún posible atentado contra su vida, todo mientras endurece la represión interna contra quienes rechazan su operativo en Ucrania.
Para Putin, su seguridad personal es primordial y la ha transformado en un asunto de Estado. Como ejemplo se puede señalar que cuenta con un personal que prueba antes la comida y bebidas del mandatario, para constatar que no vaya a ser envenenado, y que su entorno es vigilado las 24 horas del día por hombres armados.
Hombres de negro
Este equipo que cuida a Putin es fácil de reconocer a simple vista: son los hombres en traje negro y con auriculares que le hacen sombra día y noche.
De acuerdo con el medio estatal Russia Beyond, estos agentes, que hacen parte de un grupo especial que depende del Servicio Federal de Protección de Rusia (FSO) -y también protegen a familiares de Putin y otros altos funcionarios- se organizan en cuatro anillos. El primero, y más cercano al mandatario, está integrado por funcionarios de su entera confianza.
Enormes caravanas
Putin también suele desplazarse en enormes caravanas «con motociclistas, muchos autos grandes negros y camiones», una medida que persigue evitar que sus enemigos sepan en cuál vehículo viaja.
«Se bloquea cualquier dron que pueda haber en el espacio aéreo y se detiene el tráfico», dijo sobre este tema a BBC el experto en seguridad rusa y director de la consultora especializada Mayak Intelligence, Mark Galeotti.
Monarca medieval
Pero sin dudas el aspecto que más llama la atención es la creencia de Putin de que pueda ser envenenado a través de los alimentos. Para evitar este fatal destino, el presidente cuenta con un equipo de catadores que prueban sus alimentos y evitar así cualquier desagradable sorpresa.
«Es parte de un estilo que más se acerca a un monarca medieval que a un presidente moderno», dice Galeotti a BBC. Estas precauciones, además, se extreman cuando Putin viaja fuera de Rusia.
«Se llevan toda la comida y bebida que él va a consumir. Así, por ejemplo, si hay un brindis oficial con champaña, él toma de la botella que su equipo le trae, no de la del resto», asegura el experto.
¿Y el coronavirus?
A sus 70 años, Putin también teme que contagiarse de coronavirus le quite la vida, porque lo que toma precauciones especiales para evitar el virus, lo que ha limitado en gran medida el acceso al mandatario.
Según el servicio ruso de la BBC, entre las medidas que se han implementado durante este período se encuentran: una cuarentena obligatoria de dos semanas a cualquier persona que quiera verlo, riguroso régimen de control médico, que incluye periódicos test PCR, para todos quienes lo rodean y la reducción casi total de su asistencia a eventos públicos.
Con información de BBC y 20 minutos.