Redacción (ALN).- La venta de bienes desde América Latina y el Caribe hacia el exterior aumentó un 13% hasta junio de 2017, según el BID. Una tendencia que no continuará en la segunda mitad del año ya que, de acuerdo con la entidad, la región se mantuvo alejada de los polos más dinámicos de la economía global.
América Latina y el Caribe superaron en la primera mitad de 2017 la contracción comercial más larga de su historia: 25 meses en los que las exportaciones de bienes cayeron de forma ininterrumpida.
Dice el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el informe “Monitor de Comercio e Integración”, que presentó este miércoles en Buenos Aires, que las remesas de bienes aumentaron 13,2% entre enero y junio de este año, tras contraerse 3,3% en 2016. Por su parte, la exportación de servicios se expandió 9,7% en el primer semestre de 2017.
El BID señala que, desde la crisis, entre 2010 y 2015, Latinoamérica y el Caribe sufrieron una pérdida de cuota del mercado global “no sólo por el sesgo de especialización de la canasta de exportación, sino también debido a una menor competitividad”.
En ese periodo la participación se redujo de 6,16% a 6,07%, lo que representó una pérdida de 14.300 millones de dólares para la región.
México fue el único país que logró aumentar su cuota de mercado en dicho periodo. Así, las exportaciones mexicanas crecieron 30,4% hasta alcanzar cerca del 40% del total de las ventas al exterior del continente.
Excluyendo lo exportado por México, la participación de América Latina y el Caribe en el mercado global se redujo 14,8% entre 2010-2015.
Toda la región mejora hasta junio de 2017
En el primer semestre de 2017 la recuperación fue generalizada. “Las ventas externas en Mesoamérica (Centroamérica y México) crecieron 10%, mientras que Suramérica y el Caribe registraron aumentos aún más marcados, de 16% y 18%, respectivamente”.
Para el BID, este incremento viene motivado por el aumento en los precios del petróleo y también de los productos básicos. No obstante, las previsiones no son tan halagüeñas para la segunda mitad de 2017. Ocurre que, según el organismo, la región se mantuvo alejada de los polos más dinámicos de la economía global.
“La falta de competitividad explica una proporción creciente de la pérdida de cuota en los mercados globales”
En este sentido, el informe reseña: “En una perspectiva de mediano plazo, el crecimiento de las exportaciones de América Latina y el Caribe a un ritmo menor que el del comercio mundial derivó no sólo del sesgo de especialización de la canasta sino también de una menor capacidad de competir en los mercados externos. La falta de competitividad explica, por tanto, una proporción creciente de la pérdida de cuota en los mercados globales”.
Vista la baja competitividad, Paolo Giordano, economista principal de Integración y Comercio del BID, apuesta por impulsar los procesos de transformación digital para no quedar al margen de las tendencias de la economía global.
Giordano apunta que: “La región enfrenta un escenario comercial sustancialmente menos propicio que el que prevaleció antes de la crisis. Se requiere un giro radical en las políticas de inserción internacional para revertir el rezago competitivo, recuperar cuota del mercado global y aprovechar las oportunidades de las tecnologías disruptivas como el e-commerce”.