Ernesto J. Tovar (ALN).- La inestabilidad política local con la corrupción de Odebrecht no es suficiente para desanimar a los empresarios españoles asentados en Perú, que ya en 2016 habían encabezado la inversión extranjera en el país suramericano, con un saldo de más de 4.400 millones de dólares. La semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, estuvo de viaje oficial en Lima, donde se reunió con el mandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski y con empresarios españoles. Y de sus reuniones el funcionario del Gobierno español obtuvo dos conclusiones: la voluntad peruana de fomentar la inversión extranjera en el país -la cual lidera España-, y la confianza y satisfacción de los capitales españoles con el desempeño económico de Perú.
“El mensaje de las empresas es que están aquí porque creen en las posibilidades de Perú y cuentan con seguir aquí y están satisfechas”, dijo Dastis a periodistas, confirmando que España, de momento, no dejará de liderar la inversión extranjera en el país suramericano pese a la revisión exhaustiva de algunos contratos y la alta sensibilidad de la opinión ciudadana en la contraloría de las obras públicas.
Al cierre de 2016 el saldo de inversión directa de España en Perú representaba más de 4.500 millones de dólares (alrededor de 4.180 millones de euros), con el sector Telecomunicaciones representando más de dos tercios de ese total, al superar los 3.050 millones de dólares (2.826 millones de euros).
Repsol cuenta con activos importantes en Perú / Foto: Repsol
En este rubro la multinacional Movistar es el primer pilar, contándose en el tope de aporte de capital extranjero en Perú desde 2011. Según datos de la empresa de telecomunicaciones, el plan de inversiones es de 3.000 millones de dólares (2.775 millones de euros) para el período 2016-2020. “Queremos seguir invirtiendo en Perú. Llegamos al país hace más de 20 años, y seguimos dispuestos a afrontar los desafíos de cara al 2021. Somos una compañía de inversiones de largo plazo”, indicó el presidente de Movistar, José María Álvarez-Pallete, durante una visita a Lima en octubre de 2016.
Desde 2011 Movistar ha invertido en Perú al menos 400 millones de dólares (370 millones de euros) al año, incluyendo picos de 700 millones de dólares (648 millones de euros) en 2013 con la adquisición de una banda móvil LTE 4G; y de 793 millones de dólares (734 millones de euros) en 2016 que ayudaron en la compra del bloque C de la banda 700 MHz.
Según la empresa, desde su llegada al país en 1994 ha invertido más de 9.200 millones de dólares (8.511 millones de euros) en infraestructura de telecomunicaciones.
Energía y Finanzas al frente
Los otros dos grandes pilares de la actividad empresarial española en Perú son los sectores Finanzas y Energía, que según la información oficial de Proinversión alcanzan un saldo de inversión extranjera directa de 519 y 435 millones de dólares (480 y 402 millones de euros), respectivamente, al cierre de 2016.
En Energía la petrolera y gasífera Repsol, que cuenta con activos como la modernizada refinería La Pampilla, procesa unos 102.000 barriles diarios de petróleo.
Al cierre de 2015 BBVA era el segundo banco más grande del sistema financiero peruano
Una primera fase del proyecto de renovación de La Pampilla implicó la inversión de 470 millones de dólares (435 millones de euros) desde 2014, para el desarrollo de nuevas plantas de producción de diésel de bajo azufre. La segunda fase, prevista para el segundo semestre de 2018, requerirá otros 270 millones de dólares (250 millones de euros), y permitirá procesar gasolinas de bajo contenido de azufre.
También se cuenta Enagas, que participaba en el Gasoducto del Sur Peruano junto con la brasileña Odebrecht y la peruana Graña y Montero, en un proyecto de concesión de 5.000 millones de dólares (4.625 millones de euros) para una red de ductos de 1.134 kilómetros a través de la selva y hasta la costa peruana, pero que fue cancelado hace un par de meses por el Gobierno peruano por no cumplir con las garantías de financiamiento, en medio de los problemas de corrupción de Odebrecht.
En este aspecto el ministro español Dastis indicó la semana pasada en Lima que Enagas “está siguiendo con atención el proceso derivado de esta cancelación, que era probablemente inevitable”, pero destacó que la empresa española “está convencida de que sus intereses seguirán salvaguardados” cuando se haga una nueva licitación para el proyecto del Gasoducto del Sur.
Enagas está presente en Perú desde 2014 y ya tiene una participación de 28,94% de las acciones de Transportadora de Gas del Perú (TGP), la empresa peruana responsable del diseño, construcción y operación del Sistema de Transporte por Ductos (STD) del gas de Camisea, en la región de Cusco.
TGP maneja dos ductos en el STD: uno de 730 km que transporta gas natural y otro de 560 km que lleva líquidos de gas natural. Ambos nacen en la selva de Cusco y atraviesan la Cordillera de los Andes.
Enagas participaba junto con la brasileña Odebrecht en el Gasoducto del Sur Peruano
Mientras, en el área financiera resalta la presencia de BBVA Continental, que tuvo ganancias netas de casi 400 millones de dólares (370 millones de euros) en 2016 -el segundo en ese concepto en Perú-, con ingresos financieros por 1.480 millones de dólares (1.369 millones de euros) y un Ebitda de 523 millones de dólares (484 millones de euros).
Al cierre de 2015 -último informe disponible- BBVA era el segundo banco más grande del sistema financiero peruano, con activos por casi 24.000 millones de dólares (22.202 millones de euros), un gran aumento de 29% respecto a 2014. La cartera de créditos neta constituyó al cierre de 2015 el 59% de los activos, creciendo casi 14% en ese año.
El plan de inversiones de BBVA anunciado en 2014, de 2.500 millones de dólares (2.313 millones de euros) para Suramérica, incluía 425 millones de dólares (393 millones de euros) para Perú, destinados a la expansión de su red de sucursales y a la inversión en canales de satisfacción del cliente.