Leticia Núñez (ALN).- El ascenso de la extrema derecha, el buen resultado del izquierdista Frente Amplio y la debacle de la Democracia Cristiana en la primera vuelta electoral arrojan “mucha incertidumbre” de cara a la segunda cita con las urnas, según la profesora Valeria Palanza. “Ahora hay un escenario menos claro de lo que se esperaba”, dice. En su opinión, Sebastián Piñera “tiene un camino más sencillo, pero no allanado” y cree que a Beatriz Sánchez “no le conviene apoyar a Alejandro Guillier” sino pasar a la oposición.
Incertidumbre. Es la palabra que más suena en Chile tras una primera vuelta electoral plagada de sorpresas. La más llamativa tuvo como protagonista al Frente Amplio, cercano a Podemos, que logró un inesperado 20% y se convierte en un actor clave en la política chilena. Por otro lado, se produjo el ascenso de la extrema derecha, cuyo líder, el pinochetista José Antonio Kast, obtuvo el 7,9% de votos. Y finalmente está la debacle de la Democracia Cristiana, que en Chile se sitúa en el centro izquierda. Factores todos ellos que dejan “en una posición más complicada” a los dos aspirantes a la Presidencia, el conservador Sebastián Piñera y el socialista Alejandro Guillier, en la segunda vuelta.
Así lo prevé Valeria Palanza, profesora del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en declaraciones al diario ALnavío. “Hay más incertidumbre que antes de las elecciones. Es un escenario menos claro de lo que se esperaba”, señala. Pero, ¿cómo afecta dicha incertidumbre a cada una de las partes?
En lo que respecta a la izquierda, la docente habla de “un escenario complicado” porque si bien en conjunto sacó muchos votos, en torno al 43%, “Guillier no hizo una gran elección”. De hecho, fue el peor resultado registrado por el candidato oficialista de izquierdas desde 1990. “Lo que nos dice que el electorado chileno no está conforme con la política tradicional de izquierdas. Un 22% de votos no es como para ser optimista”, señala Palanza.
“Da un poco de miedo que la sociedad chilena no aprenda de su historia”, dice Palanza
Ya se sabe que en política dos más dos no suman cuatro. Y la situación de la izquierda chilena, más dividida que nunca, podría ser un buen ejemplo. “El Frente Amplio se ha planteado como una alternativa bien diferenciada a la izquierda tradicional y entrar a colaborar ahora con un proyecto al cual se oponen y frente al cual surgen… La cooperación parece difícil”, señala la experta.
En su opinión, con respecto a la estrategia al Frente Amplio de Sánchez le interesaría más pasar directamente a la oposición: “La gran pregunta es si le conviene apoyar el proyecto de una izquierda tradicional. Creo que le convendría más sacar provecho de su postura de oposición y apostar a ser la alternativa de poder en cuatro años”.
Decida lo que decida el Frente Amplio, está claro que será un factor clave de cara a la segunda vuelta electoral, que se celebrará el 17 de diciembre. Si optan por apoyar a Guillier, algo que Palanza considera “improbable”, se prevé que haya una mayor participación ciudadana en la votación. Algo relevante teniendo en cuenta que la abstención en primera vuelta fue de 53%.
Hoy demostramos que somos #ElPoderDeMuchos y que llegamos para quedarnos ✊ pic.twitter.com/ozXmd2k1Pw
— Beatriz Sánchez (@BeaSanchezYTu) 20 de noviembre de 2017
Si al contrario el Frente Amplio no se alía con Guillier, no habrá un llamamiento a votar. “¿Para qué?”, cuestiona Palanza. Y añade: “En algún sentido estarían apostando a ‘crecimos mucho como fuerza, hicimos una excelente elección, Piñera es presidente, pero en cuatro años tenemos una buena opción de hacernos con la Presidencia’. Creo que ese es el cálculo estratégico que se vislumbra”.
Pero no sólo eso. La docente también vaticina que Guillier en solitario tendría muy difícil movilizar al electorado por ser “un sector más tradicional”.
No obstante, aunque ambas formaciones de izquierda acaben uniendo fuerzas, Palanza tampoco descarta que muchos ciudadanos opten directamente por no votar. “Hay un segundo escenario: que la gente sienta que ninguno de los dos candidatos la representa y se abstenga”. En ese caso, sostiene, la derecha se vería favorecida.
“Piñera era el favorito”
En lo que respecta a la derecha, incertidumbre es también la palabra más recurrente. “Todos se enfrentan a algo más incierto”, insiste la experta. Preguntada por si el expresidente Piñera (2010-2014) sigue siendo el favorito, responde rotunda: “Lo era”. Eso sí, dice que tiene “un camino más sencillo de recorrer” pero advierte que “no está allanado”.
“La cooperación en la izquierda parece difícil. El Frente Amplio surgió como alternativa a la izquierda tradicional”
Por ahora, Piñera ya cuenta con el apoyo del ultraderechista Kast, quien el mismo domingo ya manifestó que “Chile no resiste otro Gobierno de izquierda”. Pese a ello, Palanza advierte que Kast “le va a poner condiciones muy fuertes a Piñera y con la mitad del país diciendo que no está conforme y que ha optado por alternativas a lo tradicional como el Frente Amplio, aparece una derecha que se polariza”. Esto es algo que le preocupa especialmente. Y así lo reconoce: “Da un poco de miedo que la sociedad chilena no aprenda de su historia”.
Palanza cree que Piñera también podría arañar apoyos entre los sectores más derechistas de la Democracia Cristiana. Pero en cualquier caso tiene claro que si llega a la Presidencia, no le resultará sencillo formar gobierno: “Es un escenario muy distinto al que tuvo en el anterior mandato”. Toca esperar al 17 de diciembre.