Oscar Medina (ALN).- Se trata de la iniciativa de un estadounidense asentado en Mendoza y quien es propietario del viñedo Costaflores. La MTB18 saldrá a la venta en mayo y cada moneda tiene el respaldo de una botella de la producción del vino MTB de este año que saldrá al mercado en 2021.
Las primeras noticias sobre Mike Barrow en Argentina ya indicaban que se trataba de un productor de vinos fuera de lo común. En 2016 este empresario oriundo de Arizona (EEUU), consultor en informática y piloto de aviones, hizo la presentación oficial del reducido portafolio de Costaflores Organic Vineyard, un pequeño emprendimiento en Perdriel, Mendoza, que proponía dos tipos de caldos adaptados a la comida preferida de Barrow: la india.
Eso, que parecía una excentricidad, era sólo el comienzo. El estadounidense acaba de poner en la mesa una nueva propuesta: una criptomoneda respaldada por uno de sus vinos. La primera de esa naturaleza en Argentina y –según dice- la primera en todo el mundo.
El próximo 6 de mayo Costaflores lanzará la oferta inicial de la MTB18 cuyo respaldo es el vino MTB, un blend de malbec, petit verdot y cabernet sauvignon elaborado con uvas orgánicas y que Vinos & Bodegas describió así en 2016: “De la mano de la enología de Patricio Santos y del manejo agronómico de Juan Antonio Argerich, este tinto ofrece una paleta fresca, con notas de frutas rojas y negras, hierbas aromáticas, un suave especiado y tenues trazos florales. En boca impacta con una fruta roja crujiente, mostrando una buena jugosidad y gran frescura. Conforme avanza, se impregna en el paladar una nota de té verde bien refrescante”. La web de la casa lo describe como creado para maridar con “platos aromáticos, picantes y especiados”.
El MTB (por Mike-Tango-Bravo) actualmente se comercializa en Argentina y aunque la producción de Costaflores es poca (en torno a 25.000 botellas sumando el tinto y el torrontés) también se exporta a India, España y Senegal.
Total transparencia
El proyecto comenzó en 2003 y la producción inicial data de 2007, pero se tomó su tiempo para lanzarlo de manera oficial. Barrow podrá parecer un aventurero, pero su plan es ambicioso en más de un sentido: “Mi objetivo no es tener una familia de vinos muy diversificada. Por ahora estoy enfocado en hacer dos vinos y, como es una producción muy limitada, pretendo que sean de altísima calidad”, dijo a Vinos & Bodegas.
La iniciativa forma parte de algo más complejo. Se llama OpenVino y es un proyecto que arranca con la propia Costaflores concebida como la primera bodega ‘open-source’
El plan de la MTB18 consiste en emitir una criptomoneda por cada botella estimada de la cosecha de este año, cosa que debería establecerse a finales de este mes de abril. En mayo se lanza la oferta inicial y el vino pasará un año en barrica y dos en botella para, finalmente, salir a la venta en 2021. Y ahí comenzarán las apuestas. Quien haya adquirido la MTB18 (el valor es de unos cinco dólares) podrá canjearla o esperar la oportunidad de una posible ganancia si la demanda empuja a una subida del precio.
En una reciente exposición, Barrow explicó: “Hay quienes están interesados en comprar vino y quienes especulan con las criptomonedas, y en este caso estamos creando una respaldada en algo físico, tangible, que puede ser interesante para ambos públicos. Y, al mismo tiempo, se trata de vino, algo cuyo precio, a diferencia de otras bebidas, no es fijo. Nadie va a pagar miles de dólares por la cerveza mejor puntuada del mundo, pero esto sí ocurre con los vinos más prestigiosos”.
La iniciativa forma parte de algo más complejo. Se llama OpenVino y es un proyecto que arranca con la propia Costaflores concebida como la primera bodega open-source que además de la criptomoneda promete abrir enteramente su sistema de trabajo, técnicas de producción y financiamiento como un modelo a seguir para otros interesados en incursionar en el negocio de los vinos orgánicos desarrollados para comercializarse a un precio verdaderamente justo.
“OpenVino es una colección experimental de paquetes de software de fuente abierta, procesos de negocios y diseños, actualmente en construcción por un equipo global de idealistas”, explican en la web. “OpenVino no es una empresa, y no estamos desarrollando productos para comercializar en el futuro. Mientras se está construyendo la primera implementación de OpenVino para la bodega boutique Costaflores en Mendoza, Argentina, esperamos que nuestros experimentos sean adoptados y modificados libremente por otras bodegas y negocios”.
El proyecto está descrito completo en la web y esta es la premisa general: “A medida que los avances tecnológicos transforman rápidamente nuestro mundo, el negocio del vino, a menudo percibido como una mezcla arcana de tradición inmutable y complejidad arbitraria, no estará exento. El proyecto OpenVino busca revolucionar la forma en que se piensa, vende y consume el vino. Buscamos activamente participantes de los mundos de la tecnología y el vino y la prensa para explorar nuevas formas de hablar sobre viticultura orgánica, transparencia y prácticas comerciales éticas, tecnologías comerciales de blockchain y nuevos modelos de propiedad y evaluación de valor”.