(EFE).- Más de 20 organizaciones afrodescendientes de América Latina y el Caribe lanzaron un atlas de su presencia en territorios ancestrales de 15 países, áreas protegidas «clave» para la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático, en el marco de la COP16 de Cali, informó la asociación Rights Resources.
Según el Atlas de Territorios Ancestrales y Tierras Colectivas de los Pueblos Afrodescendientes de América Latina y el Caribe, el 83 % de las tierras están en un «alto grado» de conservación, lo que muestra la «importancia vital» de los pueblos afrodescendientes para la protección de la biodiversidad.
De estas zonas, que comprenden 645 áreas protegidas divididas en 84 privadas, 445 de manejo gubernamental, 92 de manejo no gubernamental y 24 de protección comunitaria, un 83 % de ellas están en un «alto grado» de conservación.
Las áreas del atlas son algunas de las zonas más vulnerables del cambio climático: «se estima que casi el 76 % de estos territorios aumenten su temperatura más de 7 grados.
Los pueblos afrodescendientes representan el 24 % de la población de la región de América Latina y el Caribe con 153,7 millones de personas, según los censos de 2022; pero a día de hoy solo 24 % de sus tierras están reconocidos como tal, 8,3 millones de hectáreas en total, mientras que un 15 % están aún por ser reconocidos.
«Este Atlas intenta dar cuenta de las condiciones en las que se encuentran estos territorios y constituye un instrumento de autoidentificación. Estos dos elementos (identidad y territorios) son claves a la hora de comprender que son los afrodescendientes en América Latina y de avanzar en el reconocimiento de sus derechos territoriales», manifestó la asociación en un comunicado.
El coordinador de la organización Red Afros de República Dominicana y miembro de la Coalición Afrodescendiente resaltó que el propósito del atlas es «demostrar al mundo el rol clave que tiene nuestra población en la protección de la biodiversidad y mitigación del cambio climático».
Por su parte, la directora del programa en América Latina, Omaira Bolaños, precisó que el documento «no es un mapeo hecho desde una desde un escritorio por un experto ajeno a la territorialidad o a la realidad propia de los Pueblos Afrodescendientes», sino que es la propia población quien recopiló los datos.