Moris Beracha (ALN).- Wall Street parece negarse a entender la crisis y los efectos que esta pandemia tendrá en la economía. Si bien las caídas han sido drásticas, también se han producido algunos repuntes importantes. Esto sin duda nos dice que la volatilidad es extremadamente alta y que el mercado entrará definitivamente en una tendencia a la baja. Este proceso se conoce popularmente como el Mercado del Oso o Bear Market.
En las últimas dos semanas al menos 10 millones de personas han solicitado el subsidio de desempleo otorgado por el gobierno federal debido al coronavirus, según información suministrada por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
Esto nos dice que las cifras de desempleo continuarán siendo alarmantes cuando se reflejen los números desde el 12 de marzo en adelante y se visualice el efecto de la cuarentena en la economía.
Si bien es cierto que el lunes 6 de abril el Dow Jones mostró una recuperación, esto se debe a que los mismos inversionistas están tratando de ser optimistas. En el mensaje del fin de semana del presidente Donald Trump, se conoció que particularmente esta semana será muy dura con relación al desarrollo del Covid-19 en ese país.
Es este anunció -quizá- lo que de alguna manera ha causado un poco de optimismo en las transacciones. Estar informados baja el nivel de incertidumbre de empresas e inversionistas. De esta manera, vimos cómo los índices estadounidenses repuntaban más del 4%.
Con el coronavirus y la guerra del petróleo llegaron los tiempos duros
Pero también es cierto que los mercados están respondiendo a los efectos de las medidas adoptadas por el gobierno y la Reserva Federal para apoyar a la economía estadounidense. Este oxígeno es una ayuda, pero no es suficiente para superar una crisis de esta envergadura.
London Capital Group aseguró al respecto que los inversores están comenzando a ver una señal precursora de una salida del túnel de la parálisis económica. Pero es sólo eso: una salida del túnel. Ya hay cierta convicción de que la crisis de 2008 será superada con creces en pérdidas de capital de trabajo, activos, e inversiones.
Un detalle que merece la pena abordar es el hecho de que los precios de los bonos están a la baja ante este sentimiento de menor riesgo, pero al mismo tiempo esto está siendo aprovechado por el sector bancario.
Goldman Sachs se ha mostrado cauteloso con lo que ha sucedido este lunes santo en Wall Street, y ha llamado a la prudencia, pues por mucho que las cifras mejoren algo, es imposible detener la debacle económica y financiera. De hecho, insiste en que el Dow Jones podría ubicarse en 2.000 puntos.
Sin duda Estados Unidos recibirá el impacto de una recesión muy dura que pudiera ir mermando en todo caso para el último trimestre de este 2020. Por ahora el mercado continuará muy volátil y finalmente reflejará la situación de recesión en la economía.
Relevante es también el dato que se ha colado en el sistema financiero y que estipula que la deuda en Estados Unidos podría llegar a 93% del producto interno bruto. Pequeños datos que han salido en la prensa nos dan idea de lo que está sucediendo, tales como el hecho de que la acción de Delta Airlines cayó 6% y arrastró con ella a todo el sector de líneas aéreas, luego de que se conociera que esta empresa estaba liquidando posiciones.
Otro dato preocupante conocido recientemente es el aportado por Goldman Sachs sobre las previsiones de recompras, en las que se espera un descenso de 50% por debajo de lo normal.
Sin duda Estados Unidos recibirá el impacto de una recesión muy dura que pudiera ir mermando en todo caso para el último trimestre de este 2020. Por ahora el mercado continuará muy volátil y finalmente reflejará la situación de recesión en la economía. Esto conducirá a que los precios continúen descendiendo e implicará una corrección del mercado mayor y pudiéramos, quizá, llegar a ver al Dow Jones en niveles de 15.000 puntos nuevamente.