María Rodríguez (ALN).- Los actos violentos en México costaron al país 268.000 millones de dólares en 2018. Es 10% más que un año antes y equivale a 24% del PIB mexicano según el Índice de Paz de México. Sin embargo, a la hora de justificar la caída en las previsiones de crecimiento de la economía para 2019, el FMI no menciona la situación de la violencia en México, sólo la incertidumbre por la nueva política económica.
La violencia en México se agrava dramáticamente. En 2018 generó un costo económico para el país de 268.000 millones de dólares, 10% más que un año antes y el equivalente a 24% del Producto Interior Bruto (PIB) de México. Son cifras del Índice de Paz de México 2019, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, un think tank independiente con base en Sidney, Australia.
Este índice proporciona una medición integral de los niveles de violencia en México y los traduce a costos económicos. Para ello toma en cuenta pérdidas en términos de bienestar, por déficit de productividad, ingresos no percibidos, distorsiones en el gasto y costos tanto públicos como privados.
Sin embargo, a la hora de justificar la caída en las previsiones de crecimiento de la economía de México para 2019 y 2020, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no menciona la situación de la violencia en el país, sino la incertidumbre por la política económica del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Así, rebaja de 2,1% a 1,6% las expectativas de crecimiento del PIB para este año y de 2,2% a 1,9% para 2020.
El FMI insta al Gobierno a evitar demoras en reformas estructurales ya que una mayor incertidumbre perjudicaría la inversión privada y el aumento del empleo. “Proseguir con el plan de consolidación fiscal a mediano plazo (y tal vez procurar una reducción aún mayor del déficit) estabilizaría la deuda pública, mejoraría la confianza y crearía espacio para responder a shocks y atender las necesidades de gasto relacionado con el envejecimiento de la población”, continúa el último informe de la institución sobre previsiones de crecimiento. Ninguna palabra sobre la violencia en México.
Y eso que, según el Índice de Paz de México 2019, la tasa de homicidios aumentó en el país 14% en 2018, superando las 27 muertes por cada 100.000 personas, el nivel más alto registrado en el país. Justamente los homicidios tuvieron un impacto de casi 140.000 millones de dólares en la economía mexicana.
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Aquí el índice incluye los gastos vinculados a la puesta en marcha de investigaciones para aclarar lo sucedido. Pero también los costes indirectos, que son los más abultados, y que corresponden a pérdidas económicas por la muerte de una persona en edad productiva que no podrá seguir generando riqueza para el país. El informe cifra este impacto indirecto en unos 115.000 millones de dólares.
Por otro lado, la tasa de delitos con armas de fuego se duplicó en 2018. Pasó de 13,5 por cada 100.000 personas en 2015 a 28,6 el último año, cuando 7% de los homicidios se cometieron con un arma de fuego. Según el documento, los delitos con violencia representaron un costo directo de 15 millones de dólares y otro indirecto de 52,7 millones de dólares.
La violencia afectó duramente a los políticos y periodistas. El Índice de Paz registra 850 actos de violencia política a lo largo del ciclo electoral de 2018. Al menos 175 candidatos o funcionarios fueron asesinados. Asimismo, de enero a junio de 2018 se registraron 389 ataques a periodistas, 40% más que en el mismo periodo del año anterior.
El miedo también genera pérdidas
El informe también traduce a pérdidas económicas el miedo que genera la violencia. Es decir, el capital que no se produce para el país cuando los ciudadanos evitan salir de las casas, viajar, acudir a centros turísticos y establecer negocios debido a la violencia. Este impacto lo cuantifican en casi 4 millones de dólares.
En contraste, la inversión en seguridad interna y el sistema judicial por parte del Gobierno mexicano es de 0,81% del PIB, que equivale a la mitad del promedio de los países que integran la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). “México tiene tan sólo 3,5 jueces y magistrados por cada 100.000 habitantes, muy por debajo del promedio global de 16, y del promedio de la OCDE, de 17,9”, expone el informe.
Por lo visto, la ruta parece clara. Desde el instituto subrayan que México “necesita mejorar en bajos niveles de corrupción, buen funcionamiento del Gobierno y libre flujo de información para reducir los niveles de violencia de manera sostenible”. “México no sólo debe invertir más en justicia y seguridad, en fortalecer sus instituciones, sino invertir mucho mejor, con mayor estrategia e inteligencia”, señaló Carlos Juárez Cruz, director del instituto, según recoge Forbes.