Antonio José Chinchetru (ALN).- La mujer elegida por Pedro Sánchez para ocupar la Vicepresidencia del Gobierno de España, Carmen Calvo, es una firme defensora de las gestiones de José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela. Tras el fracaso de las negociaciones en República Dominicana firmó un manifiesto defendiendo la labor del antiguo jefe del Ejecutivo español. En ese texto se responsabilizó de la situación que vive el país al régimen de Nicolás Maduro, pero también al conjunto de los ciudadanos y a la oposición.
Pedro Sánchez ha escogido como número dos a una de las figuras más conocidas del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, Carmen Calvo. Esta andaluza, que estuvo al frente del Ministerio de Cultura en el primer mandato del expresidente socialista, es la vicepresidenta del nuevo Gobierno de España. Calvo, junto con otros 17 exministros y una exvicepresidenta del Gobierno, figura entre los más de 200 firmantes de un manifiesto en favor de la mediación de Zapatero en Venezuela difundido tras el fracaso de las negociaciones en República Dominicana.
Fernando Gerbasi, exembajador de Venezuela en Colombia, Italia, Brasil, Alemania y ante Naciones Unidas y las Comunidades Europeas, comentó hace unos días al diario ALnavío cuál puede ser la línea del nuevo Gobierno español frente al chavismo. Dijo que si Pedro Sánchez continúa fiel a las posiciones que ha mantenido en su época en la oposición habrá continuidad con la política de Mariano Rajoy ante Nicolás Maduro. Advirtió, sin embargo, que “creo que dentro del PSOE hay una tendencia a apoyar a Zapatero, y eso puede complicar las cosas” (Ver más: ¿Cómo pueden ser las relaciones de Pedro Sánchez con Nicolás Maduro?).
Ese es el caso de Carmen Calvo. Sin embargo, la nueva número 2 del Ejecutivo va a tener en principio poca capacidad de influencia en la acción exterior española. La definición de esta corresponde al presidente del Gobierno y al ministro de Asuntos Exteriores, que va a ser Josep Borrell (Ver más: ¿Hacia dónde apunta Pedro Sánchez con la designación de Josep Borrell como canciller?).
Uno de los motivos de que no se llegara al acuerdo fue que la propuesta presentada por Zapatero y Danilo Medina no incluía la liberación de presos políticos
El manifiesto firmado por Carmen Calvo dice que “Zapatero ha realizado un enorme esfuerzo personal, con más de treinta viajes trasatlánticos a sus espaldas y una ingente cantidad de gestiones desde España, muchas de ellas para promover hasta el límite de sus posibilidades la liberación de la prisión de decenas de personas, como Leopoldo López”.
Tal como afirma el texto, antes del fracaso del diálogo Zapatero había realizado gestiones para lograr la liberación de presos políticos, que no son citados como tales en el manifiesto. Sin embargo, uno de los motivos de que no se llegara al acuerdo fue precisamente que la propuesta final presentada por el expresidente del Gobierno español y el presidente dominicano, Danilo Medina, no incluía este punto (Ver más: La propuesta de Rodríguez Zapatero para Venezuela no incluía la liberación de los presos políticos). La puesta en libertad de esos presos políticos era uno de los puntos irrenunciables para la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Reparto de culpas entre gobierno, oposición y ciudadanos
“Más allá de la simpatía o proximidad ideológica que generen las posiciones de las partes”, sostiene el manifiesto firmado por Calvo, “no se puede ignorar que en ese país existe una clara polarización ideológica y social que amenaza con derivar en un conflicto civil de consecuencias aún peores de las que ya se viven allí. Estamos seguros de que la principal motivación de Zapatero ha sido ésta, la de contribuir a evitarlo”.
El manifiesto pone la responsabilidad de la situación “en los propios venezolanos: por supuesto en el Gobierno, pero también en la oposición y sus diversos líderes”
El texto reparte “la principal responsabilidad” de la situación en Venezuela a partes iguales entre el régimen, el conjunto de los ciudadanos y los grupos y dirigentes opositores. Afirma que dicha responsabilidad reside “en los propios venezolanos: por supuesto en el Gobierno, pero también en la oposición y sus diversos líderes”.
El manifiesto concluye: “Son muchas ya las ocasiones en que parece que las batallas sobre Venezuela se libran con objetivos que tienen poco que ver con las penalidades que padecen los venezolanos. Esta inusitada fruición en la descalificación de Zapatero, para en este momento poner el foco precisamente en él, es una de ellas. Y resulta muy injusto, injusto con su persona y con su tarea. Lo que Zapatero merece es respeto y reconocimiento por llevarla a cabo”.
Además de Carmen Calvo, los antiguos miembros del gobierno de Zapatero que firmaron el texto son: Magdalena Álvarez (Fomento), José Blanco (Fomento), José Bono (Defensa), Francisco Caamaño (Justicia), Mercedes Cabrera (Educación), Antonio Camacho (Interior), Celestino Corbacho (Trabajo e Inmigración), Elena Espinosa (Agricultura, Pesca y Alimentación), María Teresa Fernández de la Vega (vicepresidenta primera del Gobierno), Valeriano Gómez (Trabajo e Inmigración), Ángeles González-Sinde (Cultura), Ramón Jáuregui (Presidencia), Juan Fernando López Aguilar (Justicia), José Montilla (Industria, Turismo y Comercio), Miguel Ángel Moratinos (Asuntos Exteriores), Leire Pajín (Sanidad, Política Social e Igualdad), Miguel Sebastián (Industria, Turismo y Comercio) y María Antonia Trujillo (Vivienda).
Otras destacadas figuras de los gobiernos de Rodríguez Zapatero no firmaron el manifiesto. Entre las ausencias se incluye la exministra de Asuntos Exteriores Trinidad Jiménez; Cristina Narbona, casada con el nuevo canciller español, Josep Borrell, y que estuvo al frente de Medio Ambiente; Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue el titular de Interior y sucedió a Zapatero como secretario general del PSOE; Pedro Solbes, que fue vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda; y Bibiana Aído, quien fuera la responsable de la cartera de Igualdad.