Daniel Gómez (ALN).- El plan de la Unión Europea es facilitar una solución política para Venezuela. ¿Podría hacer algo más? El presidente de Colombia, Iván Duque, cree que sí. Pide más presión por parte de Bruselas, y más coordinación con otros aliados como Estados Unidos y el Grupo de Lima.
Para el presidente de Colombia, Iván Duque, el mantra del cese de la usurpación contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela sigue vigente.
“Lo que necesitamos ahora es que el esfuerzo de la comunidad internacional se sume con tres propósitos muy claros: el fin de la dictadura, un proceso a través de un gobierno de transición con representación amplia, y unas elecciones libres en Venezuela”, dijo Duque este miércoles en una entrevista para el diario El Mundo.
Resultan llamativas las exigencias del presidente colombiano cuando ni siquiera las plantean sus principales aliados en Venezuela, la oposición que encabeza Juan Guaidó en Caracas y Leopoldo López en Madrid. Este grupo ahora habla de “elecciones libres, justas y verificables”, pero sin condicionarlas a la salida de Maduro.
En la entrevista, Duque dijo que la Unión Europea tiene que hacer dos cosas fundamentales.
“Uno: el apoyo en la respuesta a la crisis migratoria. Dos: es particularmente importante la presión que debe seguir ejerciendo la UE para el restablecimiento de la democracia en Venezuela. Queremos que la UE nos ayude a que Venezuela recupere su democracia”, dijo el presidente de Colombia.
Agregó que la situación de Venezuela “requiere más presión y, también, más articulación de esa presión. Se ha logrado mucho, pero nos hace falta el punto final. Y ese punto final es el retorno a la democracia a partir de elecciones libres”.
Coordinación con Estados Unidos, y también con el Grupo de Lima, una coalición de países contrarios al gobierno de Maduro que se ha visto debilitada recientemente con la marcha de Argentina.
“El Grupo de Lima ha sido el motor para que haya habido un reconocimiento de la Asamblea Nacional venezolana legítima y de su presidente, que es Juan Guaidó. Se ha lanzado el que tal vez haya sido el mayor cerco diplomático conocido en Latinoamérica”, apuntó el mandatario.
En cualquier caso, mientras pide a Europa más presión, desde el poder en Bruselas y Madrid prefieren hablar de negociación. De una solución política que desemboque en elecciones justas. Ese fue el objetivo de la reunión de la secretaria de Estado de Exteriores de España, Cristina Gallach, en Caracas la semana pasada, con el canciller, Jorge Arreaza, y la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez.
Por su parte, España insiste en buscar una solución política para la crisis de Venezuela.
“España desea una relación constructiva con Venezuela y contribuir a la resolución de la crisis política, teniendo en cuenta las futuras citas electorales que se celebrarán en el país”, dijo el Ministerio de Exteriores español como resumen de la visita de Gallach a Caracas.
Y justamente esta línea de trabajo coincide con la expresada por la Unión Europea en los últimos comunicados. De hecho, Josep Borrell, alto comisionado para la Política Exterior de la UE, dijo que un acuerdo entre gobierno y oposición en Venezuela estaba cada vez más cerca gracias a las elecciones a gobernadores y alcaldes previstas para 2021.
“Aún no sabemos cómo evolucionará la situación en Venezuela, pero las elecciones podrían traer una nueva oportunidad para buscar un acuerdo entre el gobierno y la oposición”, dijo Borrell.