(EFE).- La empresa Unión Eléctrica de Cuba (UNE) prevé para este domingo un déficit del 33 % en la generación por lo que se espera una nueva jornada de apagones en la isla, particularmente en el horario de mayor consumo.
La disponibilidad estimada es de 2.199 megavatios (MW) y la demanda máxima de 2.950 MW, para un déficit de 751 MW, de acuerdo con el informe diario de la compañía estatal.
La víspera se afectó el servicio por déficit de capacidad durante todo el día y la máxima afectación de 977 MW se registró en la noche.
En esta fecha se encuentran fuera de servicio por averías nueve unidades generadoras de varias centrales termoeléctricas del país caribeño, mientras una se reporta en mantenimiento.
Los cortes de electricidad -ocasionados por fallos y roturas en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- afectan desde hace meses a distintas zonas de la isla, y desde agosto también a La Habana, a veces con hasta 10 horas consecutivas sin servicio.
En julio pasado se registraron apagones en 29 de los 31 días, según datos de la UNE cotejados por Efe.
La situación, que lastra todos los ámbitos de la economía y afecta de forma notable a la vida diaria, está empezando a azuzar el descontento social en Cuba que ha derivado en varias protestas de menor impacto, principalmente en localidades pequeñas donde se han producido largos y consecutivos apagones.
Ya el pasado año los apagones fueron una de las razones detrás de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, a juicio de los analistas.
Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.
El Gobierno cubano aspira a reducir esta dependencia y cuenta con un plan para que, en 2030, el 37 % de su mix energético (algo más de 3.500 megavatios) provenga de fuentes renovables.
El país atraviesa una grave crisis económica desde hace dos años por la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos y los fallos en la gestión nacional.