Daniel Gómez (ALN).- “La Unión Europea expresa su gran preocupación por el historial de derechos humanos de algunos de los países elegidos. En particular, la gravedad de las violaciones de los derechos humanos en Venezuela”, dice la portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Maja Kocijancic.
El informe de Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, es el documento que sigue la Unión Europea para guiar sus acciones sobre Venezuela. Ahí se lee que el régimen chavista persigue, reprime, tortura y mata. Por eso a la UE le preocupa que a Nicolás Maduro le hayan otorgado un sillón en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
“La Unión Europea expresa su gran preocupación por el historial de derechos humanos de algunos de los países elegidos. En particular, la gravedad de las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, como se refleja en los hallazgos del informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (sobre la situación en el país) y su impacto en la población no puede ser ignorado”, declaró este martes la portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Maja Kocijancic.
La funcionaria recuerda que los miembros del Consejo de Derechos Humanos tienen la responsabilidad “de mantener los más altos estándares en la promoción y protección de los derechos humanos y deben cooperar con los procedimientos y mecanismos especiales creados por el Consejo, incluidas las misiones de investigación de hechos”.
Y como a la UE le preocupa la inclusión de Maduro, “seguirá supervisando rigurosamente la conducta de los nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos”. Lo hará para “salvaguardar la integridad y la credibilidad del Consejo de Derechos Humanos”.
Cabe recordar que el régimen de Maduro también está bajo supervisión de la ONU. La Oficina de Bachelet tiene una delegación permanente en Caracas para monitorear las actuaciones de Maduro. En principio Maduro se negó a aceptarlo. La propia Bachelet denunció presiones y represalias contras sus funcionarios en Venezuela. En septiembre la presión contra Maduro fue tal que este se vio obligado a ceder.