(EFE).- El proyecto turístico del Gobierno de Venezuela en la isla La Tortuga, la segunda más grande del país, alertó a expertos medioambientales por los riesgos que -consideran- correrá la que será una de las cinco Zonas Económicas Especiales (ZEE) en la que construirán 10 hoteles, un aeropuerto internacional y un puerto.
La explotación turística de la isla, con 156 kilómetros cuadrados, es la mayor apuesta del Ejecutivo para atraer la inversión extranjera con estas ZEE que ofrecen, según una ley recientemente promulgada, incentivos fiscales y aduaneros de los que se beneficiarán los empresarios que operen en ellas.
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El proyecto, que el mundo verá «florecer en los próximos años», «ya tiene un conjunto de inversionistas» para desarrollar los planes turísticos, que generarán empleo y serán una fuente de ingresos para el país, dijo a Efe el presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), Jesús Faría.
«Una de las condiciones que se le impuso a cada uno de los inversionistas (…) comprometidos» con este proyecto es «la defensa (y) la garantía de los equilibrios ambientales», que procuran «salvaguardar», aseguró el diputado oficialista.
POSIBLES RIESGOS
Sin embargo, para el director de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Joaquín Benítez, preocupa el anuncio de un puerto de cruceros, cuya construcción, por las características de la isla, considera que debe realizarse en el sur, donde «hay mayor profundidad del agua».
Pero, advierte, en el sur también hay «lagunas costeras, manglares y arrecifes coralinos», además de que «circulan cetáceos y hay sitios de arribo de aves playeras migratorias», por lo que puede haber una «serie de impactos relacionados con colocar el puerto en ese sitio».
Benítez dijo a Efe que en el norte de la isla, donde están las «mejores playas» y prevé que se construyan los hoteles, nidifican varias especies de tortugas, un proceso que se verá afectado por la afluencia de turistas, así como por la iluminación nocturna y las alteraciones de la línea de costa debido a las construcciones.
Asimismo, indicó que la instalación de generadores eólicos para el suministro de electricidad, como anunció el Ejecutivo, si bien son una fuente de energía limpia, pueden tener un impacto sobre las aves migratorias que tienen a la isla como parada.
Al final, «la posibilidad de que ocurran impactos ambientales en el caso del desarrollo turístico en La Tortuga va a estar estrechamente relacionada con la forma en que se planifique y se diseñe el proyecto», concluyó.
IMPACTO AMBIENTAL, «EVALUADO»
El presidente de la Comisión de Ecosocialismo (medioambiente) de la AN, Ricardo Molina, dijo a Efe que el «proyecto turístico más grande del Caribe», llamado así por el Ejecutivo, viene acompañado de un «trabajo profundo de evaluación del impacto ambiental».
El legislador oficialista señaló que hay «planteamientos muy interesantes» como, por ejemplo, la utilización de energía eólica y solar, el procesamiento del agua a través de plantas de desalinización y un circuito de recolección, clasificación y reutilización de la basura.
La comisión, agregó, ha analizado si el proyecto cumple con las condiciones para preservar la isla y si incluye un enfoque de desarrollo medioambiental sustentable, y, hasta ahora, aseguró, la «forma como se está planteando es la correcta».