Redacción (ALN).- Se complica la viabilidad de PDVSA tras la toma de sus activos en el Caribe por parte de la estadounidense ConocoPhillips. El año pasado, PDVSA envió más de 400.000 barriles por día de productos brutos y refinados desde las instalaciones petroleras de Aruba, Bonaire, Curazao y San Eustaquio.
La toma de los activos de PDVSA en el Caribe por parte de la petrolera estadounidense ConocoPhillips para cumplir un laudo de arbitraje compromete las operaciones de la refinería venezolana. El año pasado, PDVSA envió más de 400.000 barriles por día de productos brutos y refinados de cinco instalaciones propias y alquiladas en Aruba, Bonaire, Curazao y San Eustaquio, según datos internos de la compañía facilitados a Reuters. Los terminales manejaban alrededor de 24% de las exportaciones totales, precisa la agencia. En concreto, una posible falta de crudo en la refinería Isla de 335.000 barriles por día de Curazao, operada por PDVSA, podría obligar a la instalación a detener las operaciones, dijo a Reuters el primer ministro de la isla, Eugene Rhuggenaath, y agregó que importaría combustible si fuera necesario, aunque no se han registrado activos. “Somos conscientes de los riesgos potenciales para la operación de la refinería”, añadió, y subrayó: “Una interrupción de la operación tendría un impacto devastador económica y socialmente”. Una fuente de PDVSA dijo a Reuters que la estatal venezolana ya no almacena ni envía petróleo desde las islas del Caribe. “Ahora dependemos principalmente de José”, dijo la fuente. PDVSA rechazó este jueves la toma de sus activos por parte de la estadounidense ConocoPhillips en el Caribe y la tachó de “medida de presión” por la nacionalización de la rica Faja Petrolífera del Orinoco de Venezuela, en 2007. El Ministerio de Petróleo reiteró, mediante una serie de comunicados en Twitter, su compromiso de resolver la situación por la vía legal y haciendo uso de las instancias adecuadas. El 25 de abril, la petrolera estadounidense ConocoPhillips anunció un triunfo en un tribunal internacional contra PDVSA, que debería pagarle 2.000 millones de dólares por la expropiación de los activos en el Orinoco. La petrolera estadounidense entró en los campos del Orinoco mediante acuerdos firmados en los años 90, antes de la llegada de Hugo Chávez al gobierno (1999), dentro del programa de apertura petrolera del país impulsado entonces para atraer inversiones extranjeras.