Redacción (ALN).- Lidiar con una persona que sufre un ataque de ira puede ser una situación muy difícil de sobrellevar y, en la mayoría de los casos, las estrategias de los afectados suelen dar al traste.
Solo recuerde qué hizo la última vez que alguien, que atravesaba por un ataque de ira, lo confrontó.
¿Qué hizo? La mayorías de las veces las personas responden al fuego con más fuego, pero esto no baja la furia del otro. Y tampoco la rebaja quedarse callado.
LEA TAMBIÉN
Ganbatte, la filosofía japonesa para sobreponerse a los momentos difíciles de la vida
Entonces ¿Qué hacer? El experto en resolución de conflictos Douglas E. Noll cree tener la respuesta, gracias a su método de 3 pasos para atacar los accesos de ira.
Su libro «Desescalar», el experto señala que las técnicas basadas en la escucha empática y los avances de la neurociencia pueden ofrecer herramientas para desactivar las situaciones altamente emocionales.
Así se ataja un ataque de ira
Según Noll, la esencia de su técnica radica en tres pasos fundamentales:
1- Ignorar las palabras.
2- Leer las emociones en el ambiente.
3- Reflejar esas emociones usando declaraciones simples mientras se prioriza el «tú» y se olvida el «yo».
El experto afirma que usando estos tres pasos -algo que no toma más de 90 segundos, según sus cálculos-, que implican separar las palabras del ruido emocional y conectar con las emociones del otro, se genera un «escudo emocional» que permite al afectado mantener la calma.
En este sentido, Noll asegura que vale la pena tener una conversación con una persona enojada utilizando estas habilidades. Al hacerlo, no solo se puede mantener la tranquilidad personal, sino que también se ayuda al otro a calmarse emocionalmente.
¿Y si soy yo el enojado?
El experto señala que en estos casos, siempre que el enojo lo permita, la solución pasa por etiquetar nuestras emociones en silencio, siempre admitiendo y reconociendo lo que se siente.
Síguenos en nuestro canal de Telegram
Esta técnica, denominada etiquetado afectivo, se ha demostrado que ayuda a a las personas tranquilizarse en cuestión de segundos.
Asimismo, el experto señala el peligro que significa reprimir la ira. Es mejor, considera, dejar correr las emociones fuertes.
Es por ello que advierte sobre la importancia de ser competentes en el ámbito emocional, lo que permitirá a las personas navegar entre la represión y la expresión destructiva de manera saludable.
Con información de Q´Pasa.