Daniel Gómez (ALN).- El fundador de Liight, Santiago Jiménez, suele parafrasear al científico Charles Darwin. “No sobrevivimos porque seamos los más fuertes, sino porque sabemos adaptarnos”. Su startup, una aplicación que organiza competencias y premia a los usuarios respetuosos con el medio ambiente, también colabora con instituciones públicas para crear ciudades inteligentes.
Hace unos meses, el equipo de la startup Liight, todos veinteañeros, asistió a un congreso de sostenibilidad celebrado en Helsinki (Finlandia). Fueron sin preparase nada, sin leerse ni siquiera los requisitos del evento. Eran épocas de agobio, de exámenes, de presentaciones. No había tiempo. Cuando por fin llegaron quedaron desorientados. El resto de participantes contaban con stands meticulosamente diseñados. Con carteles, robots y todo tipo de detalles que los de Liight ni se pararon a pensar.
Expuestos a quedar en ridículo, se pusieron manos a la obra. Santiago Jiménez, fundador de esta startup, una aplicación móvil que recompensa a los usuarios cada vez que ayudan al medio ambiente con una buena acción, salió corriendo al supermercado para comprar cactus, plantas y todo tipo de artilugios que pudieran ser acordes al negocio.
Entre lo que compró Jiménez, y otros detalles que consiguieron adecuar sus compañeros, lograron montar un stand decente. Tan decente que fueron premiados como la startup de innovación social más prometedora del congreso. Un galardón del que, por cierto, tampoco se enteraron hasta el último momento. Lo que tiene no preparar las cosas con antelación.
“No sobrevivimos porque seamos los más fuertes, ni los más inteligentes, ni los más guapos, sobrevivimos porque sabemos adaptarnos”. Esta frase, parafraseada del científico y aventurero Charles Darwin, es vital en la filosofía de Liight. Tanto que Jiménez, su fundador, no para de repetirla.
Este arquitecto de 24 años lleva un emprendedor dentro. Contó al diario ALnavío que cuando era niño vendía golosinas y aparatos en la escuela. También comercializaba petardos en Navidad. Ya en su etapa de universitario montó un pequeño negocio de cursos de diseño y renderizado en tres dimensiones.
Monedas virtuales para comer hamburguesas
Hace dos años montó su gran proyecto: Liight, una aplicación móvil disponible en Apple y Android que ha sabido adaptarse al mercado. “Queríamos una plataforma más enfocada al ahorro del hogar, pero luego cambiamos porque vimos que no era la mejor idea”.
El cambio fue hacia lo que son ahora. Una empresa que premia a los usuarios que ayudan al medio ambiente reduciendo las emisiones de carbono, bien sea montando en bici, usando el autobús, caminando, etc. Para ello organiza retos y competiciones en las que ponen a prueba a sus usuarios. Aquellos que sean mejores, según la métrica recogida, recibirán los mejores premios.
Explicó Jiménez que Liight, a través de inteligencia artificial, “sin que el usuario tenga que verificar nada”, calcula la acción realizada, los kilómetros recorridos y la cantidad de CO2 ahorrado. Una información que luego convierte en monedas virtuales que sólo son canjeables en la aplicación. Cabe precisar que no son criptomonedas, sino puntos con los que se puede participar en retos, concursos, así como acumular descuentos para ir al cine y comer una hamburguesa.
Liight calcula las métricas de los usuarios a través de inteligencia artifical
“Para las recompensas y descuentos tenemos acuerdos con marcas que promocionan aquí sus productos. Las hamburguesas de Goiko Grill, entradas para el parque de atracciones, una patineta… También hacemos campañas más puntuales, como retos por equipos en los que, por ejemplo, ofrecimos una suscripción premium para Netflix”, comentó Jiménez.
Esta estrategia comercial se llama gamificación. Es decir, a través del ocio, con juegos, retos y competiciones, los usuarios se motivan a realizar una acción, en este caso ayudar al medio ambiente. Eso, por un lado. Por otro, Liight pretende enganchar a los usuarios para que así la aplicación crezca en volumen. “Que lo pasen bien ayudando, queremos hacer que disfruten”.
No es la única línea de negocio de Liight. La aplicación, operativa en toda España salvo la función de medir los recorridos en autobús (esta sólo funciona en Madrid), colabora con ayuntamientos e instituciones públicas para crear ciudades inteligentes.
“Estamos desarrollando un piloto junto a Ecoembes [organización sin ánimo de lucro española de reciclaje]. Queremos instalar censores en los contenedores para que cuando se recicle, la aplicación lo pueda validar. También tenemos interés en desplegar la función de los autobuses en más ciudades españolas”, declaró el empresario.
Santiago Jiménez fue uno de los premiados por Telefónica con la beca Talentum gracias a Liight. Por eso viajará a Silicon Valley para asistir a programas de formación realizados en las sedes de Facebook, Google y Apple. No obstante, este no es el único núcleo tecnológico que visitan. También han asistido a ciduades punteras como Helsinki, Boston y Nueva York.