Juan Carlos Zapata (ALN).- Diosdado Cabello estaba muy contento. Hasta que llegó el apagón eléctrico. Diosdado Cabello quiere que los invitados al Foro de Sao Paulo observen la otra realidad venezolana. Pero allí está el apagón. El número 2 del régimen de Maduro estaba feliz porque la dirigencia que simpatiza con el chavismo se pueda percatar por sí misma de la “patria bonita” de la que hablaba Hugo Chávez, de la resistencia de esa patria, de la lucha de Maduro, de la épica de él mismo. Pero allí está el apagón. Cabello, en calidad de anfitrión del Foro de Sao Paulo, quiere que el evento sea “una gran oportunidad para que” los invitados “vean lo que pasa en Venezuela”. Y allí está el apagón. El país otra vez a oscuras.
Pero Diosdado Cabello tampoco es que se va a molestar por el apagón, o va a perder la calma, o se va a rasgar las vestiduras. El régimen siempre tiene una excusa, y la tuvo de nuevo: un ataque electromagnético contra el sistema eléctrico nacional, comunicó el ministro Jorge Rodríguez. A Cabello, presidente de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, ANC, no se le va a ver hecho una fiera. Considerará suficiente explicar que el país en tinieblas no es culpa del gobierno de Nicolás Maduro sino del imperio y las potencias que pretenden doblegarlo, justo cuando las negociaciones con la oposición avanzan, y esas potencias presionan y usan el chantaje, cualquiera que sea, para apurar un acuerdo. No nos rendiremos, dirá Cabello. No claudicaremos, repetirá. Y allí está el apagón. El que están viendo los invitados al Foro de Sao Paulo que comenzaron a llegar este lunes, y el que estarán viendo algunos representantes que asistieron a la reunión del Movimiento de Países No Alineados que todavía se estaban marchando de Caracas, y se encontraron con un aeropuerto en sombras.
Cabello no les va a decir que el sector eléctrico colapsó, que se fue la gerencia, que se robaron miles de miles de millones de dólares, que la crisis eléctrica comenzó en 2010, que no se invirtió, que no hubo mantenimiento, que no supieron cómo gobernar, y que ni rusos ni cubanos ni María Lionza, ni babalaos ni brujos ni Sai Baba, han podido levantar ese sistema eléctrico. Por eso allí está el apagón.
Cabello no va a levantar la voz sino para decirle a los invitados al Foro de Sao Paulo que así ha sido todo este tiempo. Ataque tras ataque. Acometida tras acometida. Guerra tras guerra. Y ellos, Maduro y él, y los generales que respaldan el régimen, resistiendo la guerra asimétrica, resistiendo la guerra petrolera, resistiendo la guerra económica, resistiendo la guerra eléctrica, resistiendo la guerra de las sanciones. Cabello no les va a decir que el sector eléctrico colapsó, que se fue la gerencia, que se robaron miles de miles de millones de dólares, que la crisis eléctrica comenzó en 2010, que no se invirtió, que no hubo mantenimiento, que no supieron cómo gobernar, y que ni rusos ni cubanos ni María Lionza, ni babalaos ni brujos ni Sai Baba, han podido levantar ese sistema eléctrico. Por eso allí está el apagón. Y Cabello argumentará a los invitados al Foro de Sao Paulo con la misma cara de palo que usa para referirse a la comida cara que se consigue en Caracas. Que las cosas están caras, los productos están caros, los alimentos están caros, pero están ahí, se encuentran, caros pero se encuentran. Así muy pocos, los privilegiados, los que tienen dólares, los puedan comprar. Y los invitados al Foro de Sao Paulo lo aplaudirán durante cuatro días.
Esta es la historia del colapso eléctrico que comenzó con Chávez y reventó con Maduro
Los invitados al Foro de Sao Paulo arriban también en el momento en que allá, en el Occidente de Venezuela, en el estado Zulia, en la que fue la primera provincia petrolera, otra alarma se ha encendido. Lo informa el diario Panorama de Maracaibo, capital del Zulia: “El Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) anunciaron la instalación de una mesa de trabajo para levantar la golpeada producción de petróleo en el Occidente, donde según fuentes secundarias apenas se extraen sobre los 229.000 barriles al día”. Esa es la cifra. Con un lenguaje que pretende disfrazar una realidad que no se puede disfrazar -típico en el régimen- el viceministro de Petróleo, Germán Márquez, señaló que la idea es “desenroscar nudos críticos para garantizar victorias tempranas en cuanto a la incorporación de barriles a la producción, a través del rescate de la producción diferida”. Otro tema para el Foro de Sao Paulo. Cómo explicarle a los invitados que el régimen de Maduro derrumbó la producción de 3.000.000 de barriles diarios a 750.000. El expresidente de PDVSA, Gustavo Roosen, señalaba hace poco en entrevista con el presentador venezolano, César Miguel Rondón, cómo en el Zulia los apagones han afectado la producción petrolera. Dijo que sólo esa provincia producía 1.100.000 barriles diarios de petróleo y ahora -relectura para los invitados de Cabello-, se ubica en aquellos magros 200.000 barriles diarios. Las torres petroleras y los balancines que adornan el legendario Lago de Maracaibo, están parados en su mayoría por los apagones eléctricos y por el robo de los equipos, robos cometidos por parte del personal, porque también ha surgido una mafia que trafica con repuestos sofisticados que mueven a la industria petrolera, una industria que no parece dolerles ni a Cabello ni a Maduro.
Pese al apagón, pese a la tragedia petrolera, Cabello irá por las suyas ante los invitados del Foro de Sao Paulo. Les dirá que el evento se celebra en un momento crucial, único, puesto que el imperio “está desatado” contra Venezuela y la hermana Cuba. Y esas palabras cosecharán aplausos. Y esas palabras las replicará el diario Granma de La Habana, y replicará la carga emotiva que se vivirá en el evento, con más de 200 asistentes creyendo en la resistencia épica de Cabello y Maduro. Y Cabello intervendrá y dirá, y gritará –le gusta gritar consignas- que Venezuela y Cuba levantan la voz -su voz- de resistencia. Y aquí otra vez cosechará aplausos. Y Granma de nuevo se hará eco de las sonoras palabras. Y dirá Cabello –más bien gritará- que Venezuela se ha preparado para una guerra prolongada, que las tropas imperiales podrán entrar pero no sabrán si pueden salir, y que él ni Maduro se esconderán cuando lleguen los marines. Y aquí los invitados aplaudirán y vocearán consignas, y Granma hará otro titular, y Cabello, olvidándose del apagón, gritará: Yanki Go Home.