Daniel Gómez (ALN).- Más de cinco millones de personas han escapado de Venezuela. Algunos lo arriesgan todo. Escapan. Se adentran en un mundo nuevo. Atraviesan caminos peligrosos. Se ponen en manos de gente que no siempre tiene buenas intenciones. Todo esto produce angustia, inseguridad, miedo, en definitiva, estados de ánimo que terminan afectando la salud mental. Y por si no fuera suficiente, ahora estas personas tienen que lidiar con los problemas ocasionados por la pandemia, lo cual supone un nuevo agravante. Y esto es lo que quiere visibilizar el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Un sondeo de la consultora Ipsos realizado en siete países determinó que más de la mitad de los encuestados (51%) han sentido que el coronavirus ha afectado su salud mental. El estudio, hecho por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, determinó que la pandemia está generando “una carga adicional de estrés y sufrimiento” a personas que ya están atravesando problemas.
“La crisis sanitaria que se desató a raíz del covid-19 ha exacerbado la angustia de millones de personas ya golpeadas por conflictos y desastres”, dijo en un comunicado Robert Mardini, director general del Comité Internacional de la Cruz Roja.
“La imposición de medidas de aislamiento, la pérdida de la interacción social y las presiones económicas inciden en la salud mental y el acceso a la atención”, agregó.
Uno de los países donde se realizó la encuesta fue Colombia. Concretamente analizaron el caso de los migrantes venezolanos. Desde que comenzó la crisis del éxodo en 2015, más de 1,5 millones de personas han cruzado la frontera desde Venezuela en busca de una vida mejor en el país vecino.
Para la mayoría no ha sido un viaje fácil. Algunos sufrieron desde el primer momento. Caminando a pie por la frontera, y exponiéndose a rutas peligrosas, frecuentadas por narcotraficantes y contrabandistas. Otros se vieron golpeados por la realidad. La vida del migrante no es sencilla. Mudarse a un país más próspero no siempre es sinónimo de éxito. Es verdad que trabajaban. Que ganaban el dinero que no conseguían en Venezuela. Pero lo hacían en empleos informales que no garantizaban ningún tipo de asistencia social.
Esta situación se agravó cuando comenzó la pandemia, y con ella, las medidas de confinamiento. “Esto condujo a un gran número de personas angustiadas y decepcionadas a regresar a su patria, a pesar de que las fronteras estaban cerradas y el transporte dentro de Colombia también”, explicó la Cruz Roja en su informe.
A las complicaciones logísticas para regresar, se suman las agresiones que tuvieron que sufrir. “Mientras intentaban llegar a la frontera con Venezuela, la xenofobia hacia los extranjeros, que estuvo presente incluso antes de la pandemia, aumentó. Se culpó a los migrantes por los picos del virus en las comunidades por las que pasaron, y por aumentos en la actividad delictiva ocurridos en todo el país cuando el impacto económico del encierro comenzó a sentirse. Además de la incertidumbre que experimentan los migrantes que no tienen garantías de llegar a su destino, la hostilidad de las comunidades por las que pasan aumenta su miedo, ansiedad y sensación de estar muy solos”.
Con la intención de ayudar, desde la Cruz Roja Colombiana lanzaron la Línea Amiga. Una conexión telefónica gratuita para ofrecer apoyo psicológico a los venezolanos que se sienten discriminados o simplemente afectados por la pandemia. En España también se implementan acciones similares. La red de Psicólogos Venezolanos ofrece apoyo gratuito a las personas que se sienten golpeadas.