María Rodríguez (ALN).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quiere ahorrarle a las arcas públicas 274.000 millones de dólares con la reforma de las pensiones. La propuesta ya está en el Congreso, pero no lo tendrá fácil. “Somos escépticos de que Bolsonaro cuente con el capital político para aprobar su reforma de las pensiones”, dice Torino Economics en un informe. No obstante, subrayan que es una medida necesaria para fortalecer las finanzas públicas del país. Y es que “las pensiones han pasado de representar 36% del gasto total en 2010 a 43,4% en 2018”, explica Torino Economics.
El Gobierno brasileño presentó este miércoles ante el Congreso una propuesta de reforma de las pensiones que podría ahorrarle a las arcas públicas 274.000 millones de dólares en 10 años, según un documento del Ministerio de Economía recogido por Reuters. “Es mucho más radical que la propuesta de Michel Temer, que preveía un ahorro de 192.000 millones de dólares”, subraya en un informe Torino Economics, brazo de análisis del banco de inversiones Torino Capital.
Pese a que los detalles que se filtraron sobre la reforma “fueron bien recibidos por la opinión pública”, la firma considera que el presidente Jair Bolsonaro no lo tendrá fácil. “La fragmentación política del Poder Legislativo y la poca representación del partido oficialista en ambas cámaras dificultan los acuerdos para su aprobación”, subraya la firma.
Uno de los impedimentos más grandes es que requiere de una reforma constitucional, para lo cual es necesaria la aprobación de las tres quintas partes de ambas cámaras, recuerda la firma.
En este sentido, “somos escépticos de que Bolsonaro cuente con el capital político para aprobar su reforma a las pensiones”, indica la firma. Una postura que comparte BBVA Research. Para esta casa “persisten dudas” sobre la capacidad del gobierno de Bolsonaro de implementar reformas importantes en el país, como la de las pensiones. Ahora bien, si esta reforma no se aprueba, podría poner en riesgo “la recuperación gradual de la economía brasileña”, plantea BBVA Research.
La recuperación económica de Brasil depende de la reforma de las pensiones
Según informa Reuters, una vez presentada la propuesta, el ministro de Economía, Paulo Guedes, y su equipo, se reunirán con líderes del Congreso y gobernadores para discutir los planes con mayor detalle.
“Fuerte resistencia” política y social
Los intentos por reformar el sistema de pensiones en Brasil se han enfrentado a una “fuerte resistencia política y social” desde hace años, según subraya Torino Economics. La reforma de las pensiones formó parte de la agenda reformista del presidente Michel Temer, pero no salió adelante.
Actualmente los brasileños se retiran en promedio a los 56 años y las brasileñas a los 53, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. ¿Y cuánta pensión reciben? De media 70% del salario previo a la jubilación. Un sistema que parece no ser el adecuado para que la economía brasileña acelere. “No me gustaría tener que hacer la reforma de las pensiones, pero estoy obligado a hacerlo. De lo contrario el país podría quebrar en 2022 o 2023”, advirtió el mandatario en una entrevista con la cadena de televisión local Record.
Según explica Torino Economics, el sistema de pensiones brasileño actual ha arrojado déficits continuos en los últimos nueve años. Recuerdan que las pensiones han pasado de representar 36% del gasto total en 2010 a 43,4% en 2018. “El sistema de seguridad social ha sido un importante responsable de la debilidad de las finanzas públicas brasileñas, incluso antes de que el país comenzara a arrojar déficits primarios en 2014”, subraya la firma.
En campaña electoral, Bolsonaro prometió atender el asunto desde el principio de su gobierno. Los cambios clave de la propuesta incluyen pasar de un sistema público de reparto a otro con cuentas individuales. También aumentar la edad general de jubilación (independientemente del sexo y el sector) a 65 años y elevar el mínimo de años de contribución de 15 a 40 años para calificar a una pensión completa. En la entrevista con Record, Bolsonaro ya indicó que el cambio en la edad mínima de jubilación es el aspecto más controvertido de la reforma. Está por ver si la propuesta del Gobierno de Brasil convence a las cámaras y la recuperación de la economía del país no se ve alterada.