Redacción (ALN).- Venezuela continúa quemando o venteando enormes volúmenes de gas natural, un extremo que solo puede considerarse como un crimen económico y ambiental en el país caribeño.
Y es que de acuerdo con los expertos de la firma Gas Energy Latin America, Antero Alvarado, Luis Marin y Aidemiro Valera, el país quema gas por el orden de unos unos de 2,2 Bcf/d -billones de pies cúbicos por día-.
Para ponerlo en contexto, la cifra equivale a 392.000 barrriles de petróleo diarios.
La misma firma estima que la producción de gas de Venezuela alcance este 2023 un promedio de 4 Bcf/d, y que los volúmenes quemados sean del 53 % de la producción total.
Para evitar la quema de gas, Pdvsa solía reinyectar grandes volúmenes para así mantener las presiones del yacimiento.
Pero esos tiempos han quedado atrás en medio de la severa crisis de la industria petrolera de Venezuela, con mala gestión de los recursos, corrupción y falta de inversión.
Daño ambiental por quema de gas
Solo en 2022, Venezuela quemó, ventiló o perdió 1,5 Bcf/d de gas en el este del país. El dato parece frío hasta que se pone en contexto y se explica: esto equivale a emitir alrededor de 2,5 MMton de CO 2 por mes a la atmósfera, según estimaciones de Gas Energy.
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La quema, además de generar problemas ambientales y de salud directos, también genera fuertes ruidos constantes en las comunidades aledañas.
Dinero perdido
El gas que Venezuela quema podría ser capturado para satisfacer el mercado interno o exportar a mercados internacionales en Europa, Asia o la cercana Trinidad y Tobago.
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Incluso parece una pésima decisión decidir quemar el gas en medio de la contracción del flujo de caja en Venezuela y de los constantes problemas de abastecimiento del recurso en el país.
Con todo, llevar el gas venezolano a otros mercados sigue siendo un problema para los clientes y el propio Gobierno de Nicolás Maduro, en medio de las fuertes sanciones contra el país.
Con información de Morfema y Hart Energy.
