Elizabeth Fuentes (ALN).- Una de las emblemáticas pipas de Albert Einstein será subastada este mes por la casa Christie’s con un precio base de 6.450 dólares. El genio alemán pertenecía al Club de Fumadores de Pipa de Montreal y asociaba su adicción con la capacidad de juzgar con serenidad a las personas. La casa de subastas también ofrece una serie de cartas suyas, una de las cuales asciende a 193.000 dólares.
“El fumar pipa predispone a juzgar con serenidad y objetivamente las acciones de las personas”, es una de las más famosas frases del genio Albert Einstein, quien se convirtió en un sibarita de ellas, al extremo de que cuando arribó a los 71 años se hizo miembro del Club de Fumadores de Pipa de Montreal.
De su largo anecdotario se rescata que en una ocasión, cuando se le acabó el tabaco en medio de una clase, pidió algunos cigarrillos a sus estudiantes para desarmarlos e introducir el tabaco en su pipa. “Señores, ¡creo que hemos hecho un gran descubrimiento!”, dijo sonriendo. Asunto que después desechó y con el mismo humor que lo caracterizaba, expresó que había sido una conclusión prematura.
De las varias pipas se conserva una en el Museo Smithsonian de Washington, con su nombre grabado y adquirida en 1979 a los herederos de su secretaria, Gina Plunguian, quien la recibió como regalo del científico en 1948. Existe otra en la Sociedad Histórica de Princeton. Una tercera será subastada por la Casa Christie’s este mes: proviene de “un descendiente directo de Albert Einstein y lleva las marcas de su uso en momentos meditativos, obviamente mordiendo la boquilla”, según reza el catálogo.
De acuerdo con los vendedores, esta pipa tiene un parecido intrigante con la que se muestra en las fotos de Einstein junto a la espía soviética Margarita Konenkova, tomadas en 1945, con quien tuvo una polémica aventura. En una de sus muchas cartas cariñosas a Konenkova, se rescata una escrita el 27 de noviembre de 1945, donde Einstein le escribió: “Aquí todo me recuerda a ti, Almar (como le decía cariñosamente): el chal, los diccionarios, la maravillosa pipa que pensábamos que había desaparecido y, en realidad, todas las pequeñas cosas de mi celda de ermitaño”.
Aconsejado por los médicos, Albert Einstein tuvo que dejar de fumar, pero igual conservó la costumbre de mantener la pipa en la mano y en la boca, donde la masticaba sin cesar. El precio de esta puja comienza en 6.450 dólares y culmina en 10.320 dólares, aunque el resultado final lo dirán los compradores el próximo 12 de julio -bien sea en persona o vía online-, cuando se cierre la posibilidad de apostar para poseer un artículo personalísimo, utilizado por uno de los más grandes genios de la historia.
De su puño y letra
La casa Christie’s también ha puesto en subasta una serie de cartas de Einstein enviadas a su amigo y colaborador Michele Besso, cuyo hijo falleció. Einstein escribe: “Su final estaba en armonía con toda su vida… Este don de una vida armoniosa rara vez se combina con una inteligencia tan aguda… Pero lo más admirado en él, como hombre, fue la circunstancia de que logró vivir durante muchos años no solo en paz, sino en consonancia duradera con una esposa, una empresa en la que dos veces más bien vergonzosamente fracasé”.
Einstein también recuerda allí el comienzo de la amistad con Besso en sus años de estudiante en Zurich: “Nuestras conversaciones camino a casa eran de un encanto incomparable: era como si las contingencias de la vida cotidiana simplemente no existieran”. La carta concluye con un famoso párrafo, un adiós a su viejo amigo y quizás a su propia vida, porque al mes de escribirla, abril de 1955, Einstein también falleció: “Me ha precedido un poco en este mundo extraño. Esto no tiene importancia. Para las personas como nosotros, que creemos en la física, la separación entre pasado, presente y futuro solo tiene la importancia de una ilusión reconociblemente tenaz”.
El precio de cada una de las cartas de Albert Einstein varía, pero oscila entre 15.000 dólares por una postal donde escribió una larga nota a un amigo, hasta 193.000 dólares por una carta de cuatro páginas escrita a su amigo y colaborador Michele Besso, la cual es “un relato completo de la lógica formal detrás de su trabajo de toda la vida, trazando el camino de la relatividad especial a la relatividad general y la teoría de campo unificada”, señala el catálogo, algo que seguramente comprenderán los coleccionistas interesados en el tema.
Aunque el propio Einstein intentó explicar su famosa teoría de una manera más sencilla: “Cuando estas cortejando a una chica agradable, una hora parece un segundo. Cuando te sientas en una cocina ardiendo, parece una hora. Eso es la relatividad”.
Con la exitosa serie Genius, la biografía de Einstein lanzada este año a la TV por National Geographic con el actor Geoffrey Rush como protagonista, más esta nueva subasta de su pipa y sus cartas, se hace obligatorio revisitar a uno de los personajes más importantes en la historia de la ciencia.