Daniel Gómez (ALN).- Las buenas perspectivas macroeconómicas de Colombia son el principal argumento del Gobierno para captar nuevos inversores. Datos positivos (+2,8% para 2018) que se ven reforzados con el proceso de paz y los consecuentes avances en igualdad y seguridad. “Al presidente Santos le dijeron que lo más importante para la inversión es la seguridad. Colombia hoy es un país seguro”, señaló la ministra colombiana de Comercio, María Lorena Gutiérrez, en Madrid.
En su visita a España, la ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, María Lorena Gutiérrez, presentó al país como un destino atractivo para el inversor.
Lo primero es la base macroeconómica. “Colombia será la segunda economía de América Latina en términos de crecimiento según las proyecciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con un ritmo de expansión de 2,8% en 2018”, dijo la ministra en el Foro América que organizó Europa Press esta semana en Madrid.
Luego está el proceso de paz iniciado en 2012 por el gobierno de Juan Manuel Santos. Un agente que actúa como potenciador, y más en 2017, el año del éxito, el año en el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron las armas.
Este acontecimiento es el principal responsable de, por ejemplo, la evolución del turismo en Colombia, que en 2017 vivió un año sin precedentes al recibir seis millones de viajeros (Leer más: Con el proceso de paz Colombia pasó de 1,7 a 6 millones de turistas). A esto suman otros logros en cuestiones sociales.
Reseñó la ministra que los indicadores de la pobreza se han reducido. “En Colombia la inequidad ha sido un motor de la violencia, que en estos años ha bajado más de 15 puntos. En 2017 murieron 4.000 personas menos gracias al proceso de paz. La pobreza extrema estaba en 14,4% y estamos alrededor de 8,7%. También ha crecido la clase media. Hay mejores condiciones de calidad de vida”.
Al margen de los datos, como país, Colombia es un destino atractivo para el empresario. En población es el tercero más grande de América Latina. Está bien ubicado, en el centro del continente, cerca de Estados Unidos y cerca de cualquier capital latinoamericana. Estable, sin golpes de Estado ni hiperinflaciones en su historial. Además, cuenta con uno de los aeropuertos más modernos en términos comerciales como es el de Bogotá.
¿El país seguro para la inversión?
Pese a las credenciales, la seguridad es clave para que Colombia levante el vuelo y se consolide definitivamente como potencia en Latinoamérica. Por eso, es pertinente la anécdota que contó la ministra de Colombia sobre el presidente Santos.
“Cuando él fue ministro en los 90 y Colombia abrió la economía, tuvo que promocionar esa apertura. Estaba en un foro en Nueva York y entonces los empresarios le dijeron que lo más importante para ellos, para la inversión, es la seguridad”. Finalizada la historia la ministra sentenció: “Colombia hoy es un país seguro”.
Si bien parece seguro en términos de violencia y homicidios, o al menos está mejorando esos indicadores, hay algunos aspectos en los que debe mejorar notablemente. Uno es la dificultad para hacer negocios. El mejor ejemplo en este sentido es Electricaribe, la filial colombiana de Gas Natural Fenosa que el gobierno de Santos liquidó, lo que la firma española entendió como una nacionalización.
El Gobierno colombiano, por su parte, defiende que no estaba contento con el servicio que ofreció Electricaribe. “Tenemos toda la disposición para encontrar caminos de reconciliación entre las dos partes. Pero insisto, para nosotros lo importante es que la costa del Caribe tenga calidad en el servicio”, apuntó Gutiérrez al respecto.
Sin embargo, este problema va más allá de Electricaribe. Gas Natural no es la única empresa española castigada por el Ejecutivo: Telefónica y Sacyr experimentan situaciones similares.
Mejores infraestructuras
El tono rudo de Gutiérrez al hablar de Electricaribe se tornó más amable cuando tocó el apartado de las infraestructuras. En este área Colombia sufre un rezago importante y al Gobierno se le ha resistido.
El discurso, mientras tanto, continúa siendo el mismo. “Se ha hecho un gran esfuerzo en modernizar la infraestructura. Colombia tiene una topografía difícil. Eso hace que la infraestructura sea más costosa. Estamos haciendo un gran esfuerzo y también requiere un gran esfuerzo de inversión extranjera”, dijo la ministra.
No obstante, como ocurrió con áreas como el turismo, el proceso de paz puede estimular el sector. Las zonas terciarias de Colombia, las más afectadas por la guerrilla, quedaron al margen del desarrollo y esto supone una gran oportunidad.
Las empresas que se creen en las regiones de conflicto quedarán libres de impuestos
Por eso el Gobierno ofrecerá una reducción de impuestos a la renta por hasta 30 años a aquellas empresas que inviertan en las regiones castigadas por la violencia. Además, tienen la posibilidad de quedar exentos de carga tributaria siempre y cuando se creen nuevas empresas en las zonas periféricas de Colombia, destacó la ministra.
Y no todos son propósitos en infraestructura. También hay logros. “Antes sólo 200 municipios tenían conectividad. En este momento los 1.100 municipios de Colombia está conectados. Hay que aprovechar esa oportunidad para el desarrollo económico”.
El último interrogante que concierne a Colombia son las elecciones presidenciales del 28 de marzo. El mensaje de Gutiérrez es claro en este aspecto. “Sólo pido que no se haga política ni con las empresas ni con la economía. Hay que seguir reforzando esa institucionalidad”.
Por último, sobre el riesgo de que un nuevo gobierno dé marcha atrás al proceso de paz con las FARC, la ministra ni siquiera lo contempló: “Podrá haber cambios, pero yo daría la seguridad de que es irreversible. Está aprobado por el Congreso, tenemos unas leyes”.