(EFE).- La OPEP se manifestó este miércoles en contra de «un enfoque de transición frenética» hacia energías limpias, por considerar que puede perturbar a la industria y al mercado del crudo al limitar las inversiones en el sector.
«La falta de inversión es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la industria en la actualidad, sobre todo tras la pandemia mundial (de covid)», señala la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su Boletín Petrolero publicado este miércoles.
La caída histórica del consumo de combustibles en 2020, causada por las cancelaciones de viajes y otras actividades para frenar la expansión del coronavirus, provocó un desplome de las inversiones en la industria petrolífera, de alrededor del 30 %, recuerda.
«En la actualidad, la industria sigue estando muy por debajo de los niveles de gasto anteriores a la pandemia», resalta la OPEP al aludir a un problema que ha limitado la capacidad de bombeo de muchos de sus miembros, así como de otros productores.
Pero también achaca la situación a las políticas para reducir las emisiones de efecto invernadero impulsando las fuentes alternativas de energía, ya que «han puesto barreras financieras para el acceso a un capital muy necesario para invertir en futuros proyectos».
«Parte de la culpa de esta crisis de disminución de la inversión es la insistencia de algunas voces activistas en que es necesaria una transición casi inmediata para abandonar los combustibles fósiles y hacer frente al problema del cambio climático», dice la OPEP.
«Este enfoque de transición frenética para alcanzar el nivel cero en un tiempo récord es poco realista y potencialmente perturbador para la industria», añade.
Los expertos de la organización estiman que, pese a los esfuerzos por dejar atrás los combustibles fósiles, el petróleo seguirá siendo la primera fuente de energía hasta 2045.
Y estiman que para poder satisfacer la demanda mundial de «oro negro» hasta entonces, la industria petrolífera requerirá «un gasto acumulado equivalente a unos 11,8 billones de dólares en proyectos de exploración, producción y transformación».
Las restricciones de acceso al capital que afronta el sector «hace que sea cada vez más difícil imaginar cómo la industria va a satisfacer la creciente demanda de energía de una población mundial floreciente, que se espera que alcance los 9.500 millones en 2045», insiste la OPEP
«Una transición energética que sea justa, equitativa y responsable no se producirá de la noche a la mañana, y debe garantizar que se tengan en cuenta las necesidades de todos los pueblos del mundo», advierte.