Daniel Gómez (ALN).- Primero fue que el concejal Fernando Albán se tiró desde un baño. Luego que se lanzó desde una sala de espera. Ahora que se levantó “abruptamente” mientras almorzaba, salió corriendo, y se precipitó por una ventana próxima a los servicios. Entonces murió del golpe. Eso afirma el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab. Y quienes digan lo contrario, “mentira podrida”: son “hechiceros” de “goce necrofílico”.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, sigue sin pronunciarse sobre el ‘suicidio’ del concejal Fernando Albán. Quien sí habló, otra vez, fue el fiscal general, Tarek William Saab. Y lo hizo para contradecirse.
“Nunca se ha dicho que se lanzó desde el baño. Es lamentable. Aquí hay que respetar la dignidad humana del ciudadano fallecido”, dijo el fiscal este miércoles en una rueda de prensa en el Ministerio Público. “Albán solicitó ir al baño, y estando allí se lanzó al vacío desde un piso 10”. Fue lo que apuntó el lunes en la televisión nacional, lo cual contradice su primera afirmación.
Esta ya es la tercera versión que se da desde instancias oficiales. El lunes, el ministro de Justicia, Néstor Reverol, señaló que el hecho ocurrió “en el momento que el detenido iba a ser trasladado al tribunal, encontrándose en la sala de espera”.
Entonces se pasó del baño a una sala de espera. Y de ahí, a una especie de comedor. ¿Qué hay en ese décimo piso? ¿Un baño con pasillos, oficinas, comedores? Se avivan las dudas. Incluso, hay quienes afirman que ese cuarto es una sala de tortura.
El caso es que en la última versión del fiscal sigue siendo mediodía. Entonces Albán, “al momento del almuerzo, se levantó abruptamente de la mesa diciendo que quería ir al baño”.
Su levantamiento debió ser perturbador pues inmovilizó a los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Y es que, como sostiene Saab, el recluso aprovechó “esa circunstancia” para ir corriendo a la ventana y lanzarse hacia el vacío. No hubo nadie que se lo impidiera.
El lunes por la mañana, según Henrique Capriles, líder opositor, ya corrían los rumores de que Albán estaba muerto. En la tarde fue cuando los voceros del régimen anunciaron el supuesto suicidio.
Cronología del ‘suicidio’ que indigna al mundo
La muerte del concejal Fernando Albán sigue dando que hablar.
La ventana por la que ‘se tiró’ Albán
Albán estuvo preso en la sede del Sebin en Plaza Venezuela. Un edificio inmenso, de al menos 14 plantas, con paredes grisáceas y amplias cristaleras. En la comparecencia, Saab enseña una hoja impresa con una foto de la ventana por la que, supuestamente, Albán se precipitó.
Era una “ventana panorámica” a tres metros del baño al que quería ir, precisó Saab. Una ventana que, como se avista en la foto, no se puede abrir de par en par, sino que cuenta con una manecilla que hace llevar la cristalera hacia delante.
En la imagen que muestra el fiscal, se ve a un funcionario que asoma medio cuerpo fuera de la ventana. Ésta, en caso de estar abierta, y en caso de que los funcionarios no pudieran atajar a Albán, era lo suficientemente espaciosa para lanzarse del edificio.
Albán, arrestado el viernes en el aeropuerto Simón Bolívar, fue acusado de terrorista por participar en el supuesto intento de atentado contra Maduro en agosto. ¿Acaso un magnicida puede comer sin un guarda encima? ¿Fue tan veloz e intimidante que nadie lo pudo parar? No hay que olvidar que llevaba preso un fin de semana. Durmiendo mal, comiendo mal, y siendo objeto, como dijo a su abogado, Joel García, de torturas psicológicas.
Saab critica el “goce necrofílico”
Lo que es una evidencia es que Albán cayó desde un décimo piso. Saab mostró una foto del lugar del impacto. Una especie de superficie de metal que quedó totalmente abollada. Quienes niegan el suicidio y apuntan al asesinato, ven en este salto al vacío la coartada perfecta. Un impacto desde esa altura camuflaría cualquier rastro de tortura.
“La autopsia muestra múltiples fracturas en diversas zonas de su cuerpo. Cabeza, tórax, extremidades… las cuales presentaron reacción vital. Esto es determinante puesto que al momento del impacto el cuerpo se encontraba con vida. En negrilla toda esta cita”, dijo Saab leyendo la autopsia.
“Al momento del impacto el cuerpo se encontraba con vida”, según Saab
De esta forma, Saab desmiente a quienes aseguran que el cuerpo fue arrojado sin vida desde la ventana. “Mentira podrida”, dijo. A quienes apuntan esa versión los define como “hechiceros”. Porque “tratan de sacar una ventaja bárbara, antiespiritual, antirreligiosa, homicida”. Y no se detiene ahí. Detecta en ellos un “goce necrofílico”, entendiéndose el adjetivo como la atracción que algunas personas sienten hacia la muerte.
Según Saab, las averiguaciones médicas (avaladas con fotografías, dice él) demostraron que algunos órganos arrojaban signos vitales al momento de su fallecimiento. “Los que dicen que lo ahogaron, asfixiaron, que cayó muerto, que lo prueben, que no lo podrán probar jamás”.
Saab insiste en que la investigación está siendo “diáfana, auditada y certificada”. Con fotos, vídeos y entrevistas a los testigos. ¿Estos quiénes eran? ¿Otros reclusos? ¿Personal de la cárcel? ¿Los guardias del Sebin? ¿Se atreverían a discrepar de las conclusiones de la Fiscalía?
De estas pruebas sólo se han hecho públicas tres fotografías mostradas por Saab: una de la ventana, y dos del lugar del impacto. No hay imágenes de dónde comió, ni del piso 10, ni un vídeo del cuerpo precipitándose al suelo. ¿Será suficientes para quienes demandaron una investigación seria (Estados Unidos, la Unión Europea, España, Naciones Unidas, 11 países del Grupo de Lima)?
¿Hubo falseamiento de pruebas?
Saab encargó la investigación a dos fiscales. Uno especialista en derechos humanos y otro experto en homicidios. Ambos presenciaron la autopsia, pero luego, cuando abandonaban el depósito de cadáveres, se negaron a compartir sus impresiones con la diputada Dinorah Figuera.
Figuera cuenta en un vídeo en Twitter que se dirigió hacia la morgue de Bello Monte para conocer la autopsia de Albán, compañero en el partido Primero Justicia. Allí se topó con los dos fiscales encargados, quienes salieron disparados hacia los coches. No pararon, no comentaron sus impresiones y apenas saludaron.
El caso es que la autopsia fue ejecutada por el anatomopatólogo Arnaldo Pérez y supervisada por la doctora Yanuacelis Cruz. Este miércoles, William Jiménez, excoordinador de la morgue de Bello Monte, acusó a Cruz de adulterar la autopsia, pues en primera instancia, los pulmones de Albán estaban llenos de agua. Y esto concuerda con la versión que expusieron Juan Miguel Matheus, diputado de la Asamblea Nacional, y Luisa Ortega Díaz, exfiscal general de Venezuela, hoy en el exilio.
“Ella [Cruz], cumpliendo instrucciones del ministro Néstor Luis Reverol Torres, ordenó ese cambio del contenido de lo que se observó una vez que se le practicó el examen correspondiente”, dijo en un vídeo que corre por las redes. “Se observó que había agua en los pulmones, eso fue uno de los resultados que arrojó, pero el contenido que fue transcrito se alteró”, agregó.
Sigue sin resolverse el motivo del ‘suicidio’
La versión de Saab sigue incompleta. Aún se desconoce el motivo del suicidio. Siguiendo la posición oficial, Albán estaba a punto de declarar ante la Justicia por una supuesta implicación con el presunto intento de magnicidio contra Maduro. Pero decidió suicidarse. ¿Por qué?
Este interrogante sigue sin resolverse. Según Saab, en el teléfono de Albán hay contenido que prueba su implicación en el supuesto intento de atentado, así como sobre lo que le llevó a suicidarse.
“1.272 notas de voz y de audio que se encontraron en el teléfono del ciudadano Fernando Albán. 1.300 documentos de WhatsApp, correos electrónicos y Telegram. Datos sobre el intento de magnicidio. 2.084 vídeos, que pudieron explicar la conducta lamentable de Albán de atentar contra su propia vida”, dijo Saab. Lo que no muestra Saab es ningún vídeo del ‘suicidio’.