David Placer (ALN).- La nueva cúpula de Avianca, presidida por el magnate salvadoreño Roberto Kriete, logra el aval del mercado para posponer el pago de los bonos hasta 2023 y salva a la empresa de la quiebra inmediata. La aerolínea ha logrado canjear el 86% de los bonos, lo que supone el primer éxito de la nueva administración.
La nueva directiva de Avianca, presidida por el magnate salvadoreño Roberto Kriete, ha logrado salvar a la empresa de la quiebra inmediata tras lograr que el 86% de los tenedores de bonos que vencen el próximo año hayan aceptado un canje pospuesto para 2023.
Avianca no cuenta con los recursos para hacer frente al pago de los 550 millones de dólares de los bonos que vencen en mayo de 2020 y, por ello, presentó un plan de canje para que los bonistas aceptaran el cambio para pagar las obligaciones en 2023 con un ligero incremento en el tipo de interés (del 8,75% al 9%).
La nueva directiva de Avianca, presidida por el magnate salvadoreño Roberto Kriete, se apunta su primer gran éxito en la reestructuración de la empresa, que salva el primer obstáculo para evitar la quiebra y avanzar hacia el reflote
Avianca afronta un profundo proceso de reestructuración que incluye el recorte de costes, la reestructuración de rutas y un proceso de ajuste que incluirá el despido de trabajadores, una medida que todavía no ha sido concretada por la nueva directiva.
El plan de reestructuración está siendo capitaneado por el nuevo consejero delegado Anko Van Der Werff bajo la supervisión del presidente Roberto Kriete. La nueva junta directiva tomó las riendas de la empresa después de la expulsión del accionista mayoritario Germán Efromovich, que fue removido en julio pasado de la junta directiva por los impagos de la deuda a United Airlines, uno de los principales acreedores de Avianca.
El socio minoritario, Roberto Kriete, fundador de la aerolínea centroamericana TACA, que se fusionó con Avianca en 2013, ha señalado que la empresa ha sufrido graves errores de gestión que la han llevado al borde de la quiebra y ha insinuado que la responsabilidad de la pésima situación de la compañía es de su socio mayoritario, Germán Efromovich.
Ahora, la nueva junta directiva espera reflotar a la compañía con el aval de los acreedores, los bancos, las empresas de alquiler de aviones y, especialmente, su principal socio comercial, United Airlines, que estrechará aún más la relación comercial con Avianca y que también está dispuesto a una nueva inyección de capital de unos 250 millones de dólares.
La empresa ha ampliado el plazo para el canje de los bonos 2020 por otros, con mayores garantías, cuyo pago se pospone hasta 2023. Hasta ahora, el 86% de los accionistas ha aceptado el canje, lo que supone un rotundo aval del mercado. Pero la compañía quiere elevar al máximo el porcentaje de bonos pospuestos y, por ello, ha extendido hasta el 25 de septiembre el plazo para el canje. La fecha límite para el cambio de títulos estaba fijada para el 11 de septiembre pasado y con el aplazamiento la compañía podría alcanzar más del 90% del canje.
Con el éxito de la operación, Avianca tiene garantizada la viabilidad (al menos en los próximos meses) y la ejecución del proceso de reestructuración presentado por Anko Van Der Werff, un reconocido ejecutivo en el sector aeronáutico que ejerció como vicepresidente financiero de Aeroméxico y vicepresidente comercial en Qatar Airways.
Caso Avianca: Los magnates se verán cara a cara a finales de septiembre en los tribunales de Nueva York
El presidente y accionista minoritario Roberto Kriete advirtió hace pocas semanas a los empleados que la empresa se enfrentaba a una quiebra inminente si no corregía con celeridad las graves deficiencias.
Kriete y Efromovich se verán las caras a finales de mes en un juicio en Nueva York en el que se dilucidará si la expulsión de Efromovich y el cambio de la junta directiva se ajustan a la legalidad. Será la próxima prueba de fuego para Avianca.