Redacción (ALN).- Los venezolanos amanecieron este jueves conmocionados por la muerte del niño Santiago Guerrero mientras asistía a una actividad escolar en el Colegio Humboldt, uno de los más prestigiosos de Caracas.
El suceso, en el que también resultó herido otro menor, fue producto de una serie de desatenciones que en su momento no parecían revestir peligro alguno, pero que causaron la muerte del niño y la devastación anímica de una familia que hoy lucha por seguir adelante sin uno de sus integrantes.
A continuación, los detalles del suceso:
Los dolorosos hechos
Santiago Guerrero, de 5 años, asistía a una clase de preescolar denominada «caja de arena» en la azotea del Colegio Humboldt junto a otros estudiantes. Allí, el niño y uno de sus compañeros treparon un muro y subieron sobre un tragaluz que se rompió, lo que provocó que ambos menores cayeran unos siete metros al vacío.
No queda claro cómo los niños se separaron del grupo sin que las maestras se percataran.
La caída le provocó a Santiago una fractura de cráneo. Los médicos de una clínica de Caracas lo atendieron y trataron de salvarlo, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Un familiar del pequeño reveló este jueves que un ingeniero le dijo a las autoridades del colegio que la serie de tragaluces sobre la azotea eran peligrosos y necesitaban algunas adecuaciones para evitar accidentes.
El fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, dijo que el Ministerio Público imputará por homicidio culposo a Uta Martini Arianna Arcia, directora de kinder y coordinadora de kinder, respectivamente, en las próximas horas.
El comportamiento del Colegio Humboldt
Según los reportes, el colegio pagó todos los gastos médicos tras el accidente, así como el velorio y sepelio, que se hizo este martes.
Pero los familiares están indignados con la tardanza de la institución para comunicar el suceso. De hecho, una tía del menor dijo a periodistas que el colegio minimizó en todo momento la situación, y que llegó a decir a la madre que el niño estaba fuera de peligro, pese a que llevaba varias horas muerto.
Además, la familia solo se enteró del suceso cuando acudieron a retirar al menor a las 12.30 pm, hora en que se despacha a los alumnos de preescolar.
Los familiares también resienten que cuando intantaron ingresar al lugar del accidente, en busca de respuestas, varios vigilantes les impidieron el acceso.
«Sí hay dinero para escoltas, pero no para una ambulancia», dijo un familiar del niño tras apuntar que el menor fue trasladado a la clínica en un vehículo particular.
El luto de los familiares de Santiago Guerrero
Como es de esperar, la muerte de Santiago Guerrero ha destrozado anímicamente a su familia. Una de las tías del pequeño dijo que la madre apenas si puede levantarse de la cama, y que no querido participar en la planeación de los actos para su sepelio.
«Le da igual dónde lo van a velar, le da igual dónde lo van a enterrar», dijo la mujer.
Al mismo tiempo, los familiares están presionando para que la Justicia de Venezuela investigue el caso a fondo y dé con los responsables de la cadena de errores que terminó en la muerte del niño.
Para ello sería necesario determinar por qué las claraboyas no fueron sustituidas, por qué había una actividad en la azotea y si la cantidad de maestras que tenían los niños era suficiente.