María Rodríguez (ALN).- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, heredó una economía cerrada, con un marcado déficit fiscal, alta inflación y estancamiento. Después de visos de recuperación, la perspectiva económica no es halagüeña. Entrará en recesión este año y tampoco tiene controlada la inflación. Estos son los altibajos de un mandato que se jugará la continuidad en las elecciones de 2019.
Mauricio Macri asumió la Presidencia de Argentina en diciembre de 2015, relevando en el cargo a Cristina Fernández de Kirchner. Macri heredó una economía con importantes restricciones en el mercado de tipos de cambio, un acentuado déficit fiscal, alta inflación y estancamiento. Pasados tres años de gobierno de Macri, la perspectiva de Argentina no es halagüeña. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Producto Interior Bruto del país caerá 2,8% en 2018 y 1,9% en 2019.
Tampoco está controlada la inflación. Los precios en este país casi se han duplicado desde 2015, al pasar de una tasa de inflación de 26,9% al estimado de 47% para 2018, la más alta desde 1991.
Cuando Macri llegó al poder, desactivó el tipo de cambio fijo de la era Kirchner y redujo la emisión de moneda, comenzaba el aperturismo
Cuando Macri llegó al poder, desactivó el tipo de cambio fijo de la era Kirchner y redujo la emisión de moneda. Comenzaba la era del aperturismo al mercado financiero global, aunque visto con la perspectiva de 2018, no llegaron las inversiones necesarias.
En febrero de 2017 Macri visitó Madrid y habló de una Argentina “madura y distinta” para entusiasmar a los empresarios españoles. Eso sí, ya advirtió que no habían terminado todas las dificultades y que el país estaba en un proceso de cambio. “No se sale del populismo de un día para otro”, dijo. No obstante, ese año, Argentina creció 2,9% y la inflación se redujo de 40% a 22,4%.
En abril de 2018 el ahora expresidente del Gobierno español Mariano Rajoy le devolvió la visita. Un ida y vuelta que mostró la buena sintonía de ambos gobiernos y que constató el respaldo de España al giro aperturista que tomó Argentina desde 2015 tras 12 años de kirchnerismo.
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Ahora bien, dado el contexto actual, no se llegaron a corregir otros problemas y hoy Argentina lidia con una situación de desequilibrios en las cuentas externas. Poco después de la visita de Rajoy, la economía argentina volvió a demostrar que aún es débil y muy sensible a los factores externos.
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de subir las tasas de interés en Estados Unidos fortaleció el dólar. El peso no aguantó la embestida y se derrumbó en repetidas ocasiones.
Tanto fue así que en mayo de 2018 la solicitud de apoyo financiero por parte de Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI) encendió todas las alarmas.
De junio a septiembre de este año fueron meses tormentosos y marcaron el peor momento de la era Macri. La huida de los flujos de capital de los mercados emergentes, un préstamo del FMI de 50.000 millones de dólares, una gran sequía, un segundo acuerdo con el FMI por 7.100 millones de dólares… Todo esto en cuatro meses. Argentina no pudo con tanta inestabilidad y la economía empezó a caer.
Eso sí, en agosto apareció un salvavidas para Macri. O eso pareció. Ese mes estalló el caso de ‘los cuadernos de las coimas’. Un escándalo de corrupción que definió al kirchnerismo como una organización mafiosa. Que aceptaba sobornos millonarios, movía dinero negro en valijas ocultas y amenazaba a quienes les cuestionaban.
4 meses de tormentas marcan la peor etapa de Macri en la Presidencia
Entre noviembre y diciembre Argentina mostró al mundo dos caras: un lado bochornoso, de salvajismo, y otro impecable, de acuerdos y avances. La violencia entre aficionados, previa a la final de la Copa Libertadores, obligó a suspenderla y trasladarla a Madrid (la ganó finalmente el River Plate en el estadio Santiago Bernabéu).
En cambio, el país se lució en la Cumbre del G-20, marco en el que Estados Unidos y China acordaron una tregua en la guerra comercial. Además, Mauricio Macri firmó 30 acuerdos de inversión con su homólogo chino Xi Jinping y consiguió un nuevo espaldarazo del FMI, que se mostró dispuesto a liberar los más de 7.000 millones de dólares pedidos en adelanto. Una buena noticia que se aderezó con un informe del organismo lleno de elogios a Mauricio Macri.
En concreto el FMI felicitó a las autoridades argentinas “por sus continuos esfuerzos para avanzar en su programa de reforma económica, incluido el apoyo político para la aprobación del presupuesto”.
Este miércoles el FMI aprobó el desembolso de esos 7.600 millones de dólares. Por lo que esta institución ya ha otorgado a Argentina desde junio 28.090 millones de dólares de la ayuda concedida de 56.000 millones de dólares.
Mientras Argentina espera cautelosa el devenir de su economía, el campo le dio una buena noticia a Macri. La cosecha de maíz alcanzará el récord de 43 millones de toneladas en el ciclo 2018-19, gracias a un incremento del área y mejores condiciones climáticas tras la sequía que golpeó al cereal en la temporada anterior.
Como ven, una auténtica montaña rusa en la que Macri se ha mantenido al frente. Ahora se acerca un año electoral, con comicios presidenciales para octubre de 2019. ¿Los superará?