Redacción (ALN).- La dieta nórdica está moda… ¿Pero es más moda que salud? Tal como su propio nombre indica, proviene de la región nórdica, que abarca a Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia y se basa en los alimentos locales disponibles en esa área. Hasta ahora, los beneficios para la salud que los investigadores habían atribuido a la dieta nórdica se centraban únicamente en la pérdida de peso.
La misma se basa en los alimentos tradicionales como cereales integrales (en particular, el centeno, la cebada y la avena), las frutas (especialmente las bayas), los tubérculos (como la remolacha, la zanahoria y los nabos), los pescados grasos (como el salmón, el atún y la caballa), las legumbres y los lácteos bajos en grasa.
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Esta dieta nórdica fue desarrollada por un comité de expertos en nutrición y alimentación, junto con chefs, historiadores de la alimentación y ecologistas.
La motivación para crearla fue mejorar las pautas dietéticas en los países nórdicos de manera sostenible, al tiempo que se buscaba crear una identidad local vinculada a la comida y la cultura.
Un nuevo estudio elaborado por científicos de la Universidad de Copenhague ha determinado que esta dieta, además, puede reducir los niveles de azúcar y colesterol en la sangre, independientemente de si uno pierde peso o no. De hecho, esta dieta también puede prevenir la obesidad y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, presión arterial alta y colesterol alto.
En sí, los investigadores apuntaron a “la composición única de grasas” de la dieta nórdica, más alto en grasas insaturadas omega-3 y omega-6, como una posible explicación de los efectos positivos de este tipo de alimentación. Una mezcla que es particularmente beneficiosa para la salud, según revela el estudio publicado en Clinical Nutrition.
Reduce los niveles de azúcar y colesterol
En esta dieta es primordial evitar los alimentos ricos en azúcar o grasas saturadas, y los alimentos muy procesados. Los expertos recomiendan que si se tienen antojos de azúcar se consuman los que contengan azúcar natural, es decir, que se debe comer una pieza de fruta para satisfacer esa necesidad de dulce.
“Es sorprendente porque la mayoría de la gente cree que los efectos positivos sobre el azúcar y el colesterol en la sangre se deben únicamente a la pérdida de peso. Ahora hemos descubierto que no es el caso. También intervienen otros mecanismos”, explicó Lars Ove Dragsted, investigador y jefe de sección del departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague.
Junto a investigadores de Finlandia, Noruega, Suecia e Islandia, Dragsted examinó muestras de sangre y orina de 200 personas mayores de 50 años, todas con un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado y un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Los participantes se dividieron en dos grupos: a uno se le proporcionó alimentos de acuerdo con las recomendaciones dietéticas nórdicas y otro (llamado grupo de control) siguió con su dieta habitual. Después de seis meses de seguimiento, el resultado fue claro.
Con información de BBC y El Confidencial