Daniel Gómez (ALN).- Iris Varela es ministra del Sistema Penitenciario del régimen de Nicolás Maduro y también comandante. Comandante de su propio ejército de presos, reveló en entrevista con The Washington Post el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, el exjefe de inteligencia que se le fue a Nicolás Maduro.
Salen a la luz nuevos detalles de la fallida conspiración contra Nicolás Maduro el 30 de abril. Los aporta la misma fuente que desveló en exclusiva el plan al diario ALnavío, el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, el exjefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que se le fue a Maduro.
Tras 12 horas de conversaciones con The Washington Post, Figuera comentó que su mayor preocupación para lograr la salida de Maduro eran “las operaciones internas del gobierno disfuncional dividido entre oficiales en guerra”.
Esa división la relató con un episodio hasta ahora desconocido. Una reunión que la ministra del Sistema Penitenciario, Iris Varela, mantuvo con Figuera y con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. Era una reunión rutinaria. De trabajo. Como las que mantenía con el gabinete de Maduro todas las semanas. No era una reunión conspirativa. Varela no figura entre las integrantes del plan contra Maduro.
En aquella reunión, la ministra pidió 30.000 rifles para armar su ejército privado. “Dijo que tenía entrenados a varios prisioneros”, recordó Figuera. “Que ella era su comandante”.
La existencia de presos armados en Venezuela es ya conocida. En la matanza perpetrada en Santa Elena de Uairén, en la frontera con Brasil, el 23 de febrero, participaron reos liberados por el régimen, relató al diario ALnavío un testigo de la masacre, el diputado José Trujillo.
Cabe recordar que en la entrevista con The Washington Post, el general confirma lo que ya adelantó ALnavío. Que el plan para salir de Maduro fracasó por la ambición desmedida del Maikel Moreno, jefe del Tribunal Supremo de Justicia. Moreno quería tomar la Presidencia en un gobierno de transición, le pidió hasta 100 millones de dólares a cada testaferro. Quiso poner a su asistente clandestino en la Fiscalía y nombrar personalmente al ministro del Interior. Lo pueden leer en las filtraciones presentadas por este diario: