Antonio José Chinchetru (ALN).- Donald Trump acudirá a la Cumbre de las Américas tras tomar medidas contra la inmigración y el libre comercio, que serán dos de los asuntos más importantes que se tratarán en el encuentro, junto con la crisis venezolana y la corrupción. En conversación con ALnavío, el director del área de Internacional de la Fundación FAES, José Herrera, considera negativas las medidas que ha tomado el presidente de EEUU en estas materias, y cree que el mandatario debe aprovechar la reunión para comprender mejor a América Latina.
La Cumbre de las Américas que se va a celebrar en Lima va a ser el primer encuentro de jefes de Estado y de Gobierno del continente al que acuda Donald Trump. El director del área de Internacional de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José Herrera, destaca que el presidente estadounidense llega a la capital peruana tras haber hecho “gestos negativos” en materias clave como la migración y el libre comercio. Considera que es una ocasión para que Trump pueda “comprender mejor la realidad latinoamericana”.
Herrera ha conversado con ALnavío sobre la presencia de Trump en la Cumbre de las Américas, pero también sobre cómo va a afrontar en el encuentro la situación en Venezuela, la lucha contra la corrupción y el papel de Perú tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski.
– Va a ser el primer viaje de Donald Trump a América Latina, ¿qué se puede esperar?
“Cualquier paso atrás a la hora de beneficiarse del potencial que da la globalización es negativo”
– Además del fortalecimiento democrático y del combate contra el populismo en América Latina, hay otros dos asuntos que son relevantes. Son el tema migratorio y el comercial. Los gestos que ha hecho el presidente de EEUU en ambos son negativos. Si algo ha favorecido el crecimiento de las clases medias en América Latina y la generalización del desarrollo ha sido la proliferación de acuerdos de libre comercio y la libre circulación de personas. Cualquier paso atrás a la hora de beneficiarse del potencial que da la globalización es negativo. Espero que el gobierno de Donald Trump aproveche para fortalecer vínculos con América Latina y para comprender mejor la realidad latinoamericana.
– Trump ha dicho que va a pedir a los países latinoamericanos que apuesten por EEUU como gran aliado comercial en vez de China. ¿Es una estrategia inteligente?
– Lo inteligente es apostar por el libre comercio, que se ha demostrado como la mejor fórmula para conseguir la prosperidad de las naciones y de las personas. Establecer barreras siempre es contraproducente, en un sentido o en otro. Es correcto que se condicionen los acuerdos de libre comercio al hecho de que se demuestren avances democráticos. Es importante que haya una apuesta firme por la libertad de las personas y por la libertad económica y comercial.
Actuación correcta ante el régimen de Maduro
– ¿Cuáles son los principales retos que afronta la Cumbre de las Américas?
– El primero es el de la gobernabilidad democrática. Se ha dado un buen paso al no invitar a Nicolás Maduro por iniciativa del Grupo de Lima, a pesar de las tensiones que puede generar con el grupo de países que todavía siguen en el chavismo. Es un buen antecedente para que se aborden los temas que verdaderamente son relevantes. Una parte importante de los problemas de este tipo de cumbres se debe a que, por el mecanismo de toma de decisiones, se prima la foto de familia y el consenso frente al hecho de abordar temas que pueden ser conflictivos. Pero, en este caso, el Gobierno de Perú y el grupo de países que ha conseguido liderar sí han hecho las cosas correctamente.
– Y esto se va a mantener a pesar del cambio de presidente en Perú…
– Sí, claramente. El gobierno de Martín Vizcarra y el nuevo canciller, Néstor Popolizio, han dicho de forma abierta que mantienen su agenda, que mantienen el veto a la participación de Maduro y que incluso se plantean la posibilidad de negarle la entrada al país en el caso de que este decidiera unilateralmente aparecer por allí a pesar de no estar invitado. Perú va a seguir manteniendo esa línea en política exterior.
“Venezuela tiene un problema de gestión política, pero también de corrupción y de vínculos con el narcotráfico”
– ¿Venezuela va a desplazar a la corrupción como tema central de la cumbre?
– Son temas que van en paralelo. De hecho, el lema de la cumbre es “Combatir la corrupción y apoyar la gobernanza democrática”. Son vasos comunicantes. Nadie puede negar la evidencia de que Venezuela tiene un problema de gestión política, pero también de corrupción y de vínculos con el narcotráfico. El hecho de que Perú, aparte de convocar esta cumbre, vaya a presidir la Alianza del Pacífico desde julio, desde mayo la Comunidad Andina de Naciones y que presida desde el 1 de abril el Consejo de Seguridad de la ONU también le otorga un protagonismo en la región.
Contradicción por el veto a Venezuela y la presencia de Cuba
– ¿Cree que las tensiones con los gobiernos del ALBA van a ser muy evidentes en la cumbre o incluso pueden llevarla al fracaso?
“A nadie le agrada tener esa foto ni salir en defensa del causante de la mayor crisis humanitaria y democrática de América Latina en la actualidad”
– Cada vez es más marginal la presencia de los países del grupo del ALBA. Entre otras cosas, porque Maduro se ha convertido en un socio muy incómodo. Empieza a ser reconocido ya como un delincuente a nivel internacional, incluso entre personas de su mismo ámbito, y a nadie le agrada tener esa foto ni salir en defensa del causante de la mayor crisis humanitaria y democrática de América Latina en la actualidad. Ahora sí, lo que hay es una gran contradicción entre prohibir la participación de Venezuela y permitir en paralelo que participe Cuba. En este país se siguen produciendo episodios de represión, y de hecho algunos de ellos están vinculados a la participación de activistas democráticos en la propia cumbre y no hay constancia de que la sucesión que se va a producir en los próximos días en el mando del Gobierno de Cuba tenga visos de una verdadera transición a la democracia.
– ¿Piensa entonces que la cuestión de la transición a la democracia en Cuba va a quedar de lado en esta cumbre?
– Habrá países que pondrán el foco en Venezuela, y eso al régimen de Cuba le conviene porque automáticamente le quita visibilidad. Creo que en los foros paralelos que se van a desarrollar en el entorno de la cumbre sí se abordará esta cuestión. En el de los expresidentes convocados por IDEA (Iniciativa Democrática de España y las Américas, que agrupa a 37 antiguos jefes de Estado y de Gobierno españoles y latinoamericanos de diversas ideologías) y en algunos otros foros sobre democracia y derechos humanos, obviamente, se va a hacer. El hecho de que se haya impedido participar a personas como Gorki Águila, el líder del grupo musical Porno para Ricardo, a Adonis Milán (director teatral crítico con el castrismo) o a la gente de Unpacu (organización opositora) en el foro de sociedad civil implica que el propio régimen cubano tiene miedo a que se visibilice en el seno de la cumbre que sigue habiendo represión.
Cooperación judicial y policial
– Que la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski y la asunción de la Presidencia por Martín Vizcarra haya ocurrido justo antes de la cumbre, ¿le puede perjudicar en su papel en la región o le beneficia por enviar un mensaje de lucha contra la corrupción?
– Creo que no es malo en la medida en que demuestra que los mecanismos de checks and balances, de autodefensa de la propia democracia, funcionan en determinados países de América Latina, y que cada vez es mayor el número de países de la región en los que aquellos dirigentes que se apartan del cumplimiento de la ley tienen que pagar por ello. Eso al final forma parte del Estado de derecho, el sistema democrático y el orden liberal. Creo que es una buena señal que se produzcan este tipo de cosas con una cierta normalidad democrática.
– En el caso Odebrecht se ha visto cómo la justicia y las fiscalías de numerosos países han colaborado. ¿En esta cumbre se van a establecer mecanismos para profundizar todavía más en esta cooperación?
– Es muy importante que esos mecanismos en el ámbito judicial, y también en el policial, se fortalezcan. De la misma manera que en el ámbito europeo se ha conseguido engrasar muy bien esa maquinaria, es importante que América Latina haga avances significativos en los procesos de intercambio de información en los ámbitos policial y judicial. Espero que ocurra así en la Cumbre de las Américas.