Daniel Gómez (ALN).- Un triste dato para Venezuela. La Organización Internacional para las Migraciones de la ONU confirmó la muerte de 89 venezolanos en las rutas migratorias de América en lo que va de 2019. Son la nacionalidad con más número de fallecidos.
El informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas confirma la muerte de 514 personas en las rutas migratorias de América entre el 1 de enero y el 15 de agosto de 2019.
En este triste ranking Venezuela aparece líder. Con 89 muertos confirmados en Suramérica, Centroamérica y el Caribe, los venezolanos son la nacionalidad con más fallecidos hasta la fecha. Por número sólo les supera un grupo y es el de los “no identificados”. Personas encontradas en el desierto en el mar luego de haber muerto.
Un reciente estudio de Consultores 21 indica que entre cuatro y seis millones de venezolanos han huido del país desde 2015. En la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, celebrada en Lima, se dijo que o la crisis se detiene, o el éxodo alcanzará los ocho millones de personas. Con lo que ello supone para la región, y para la vida de muchos migrantes. Lo que reflejan los informes de la OIM son casos de familias desesperadas. Gente que incluso se puso en manos de contrabandistas para salir del país. Aunque ello suponga exponerse a mar abierto. Desaparecer. Morir.
En una conferencia de prensa en Ginebra, Joe Millman, portavoz de la OIM, explicó que “el ahogamiento en el mar” fue la principal causa de muerte en América. Después le siguen “los accidentes en carretera y las rutas de tren, la deshidratación o exposición a la intemperie, los crímenes, las enfermedades o la falta de atención médica”.
El dato anterior es clave porque la OIM denunció el problema que tiene Venezuela con las marchas por mar. Hace dos meses el organismo denunció la desaparición de al menos 88 venezolanos en aguas del Caribe entre abril y junio.
En su reporte hablaron de un bote volcado el 23 de abril y otro el 16 de mayo, ambos rumbo a Trinidad y Tobago en el que desaparecieron entre 51 y 67 venezolanos. Cabe precisar que se refieren a desaparecidos y no a muertos porque no se sabe el paradero de los cuerpos. La OIM reportó que un tercer barco dirigido a Curazao desapareció el 8 de junio en el que al menos 21 venezolanos perdieron la vida en ese suceso.
Esta la cara más amarga del éxodo venezolano. Un reciente estudio de Consultores 21 indica que entre cuatro y seis millones de venezolanos han huido del país desde 2015. En la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, celebrada en Lima, se dijo que o la crisis se detiene, o el éxodo alcanzará los ocho millones de personas. Con lo que ello supone para la región, y para la vida de muchos migrantes. Lo que reflejan los informes de la OIM son casos de familias desesperadas. Gente que incluso se puso en manos de contrabandistas para salir del país. Aunque ello suponga exponerse a mar abierto. Desaparecer. Morir.
El diario ALnavío ha venido compartiendo historias del éxodo. No precisamente agradables. La de Jenny, una joven venezolana de 20 años que abandonó Caracas en busca de una mejor vida en Bogotá, con la mala suerte de que lo único que allí encontró fueron desgracias.
Esta es la historia de una joven venezolana secuestrada y explotada en Colombia
También está el relato de Maryhen Jiménez Morales, investigadora venezolana en el Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford. Jiménez estuvo dos semanas en la costa colombiana comprobando el lado más duro del éxodo. El hacinamiento, los niños apátridas, los vientres de alquiler, la xenofobia, la explotación infantil, la trata sexual…