Redacción (ALN).- La Iglesia en Nicaragua pidió este domingo detener la violencia y las protestas, mientras que el presidente, Daniel Ortega, rechazó adelantar las elecciones.
Al menos siete muertos y 30 heridos este fin de semana en Nicaragua. Los datos son de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, que en su última actualización de asesinados habló de 309 personas. Siete más que se suman a este fatídico saldo. Según informa la agencia Notimérica, el nuevo enfrentamiento se produjo porque agentes y paramilitares desmontaron las barricadas de los manifestantes con volquetes y palas mecánicas. Entonces surgió el choque en el que también entraron en juego algunos encapuchados. Tras estos hechos, el mismo domingo, el arzobispo de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes, pidió al presidente, Daniel Ortega; a la vicepresidenta del país, Rosario Murillo; y al subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz, paralizar el ataque. “En el nombre de Dios, detengan esa acción que va a llevar más dolor, más tristeza y quieran o no, esta situación la cargan sobre sus hombros”, dijo Brenes. Por su parte, Ortega rechazó una convocatoria de elecciones anticipadas que pide la oposición, en pro de solucionar este conflicto por medio del diálogo. “Tal como manda la ley, habrá tiempo para elecciones”, afirmó Ortega en una manifestación en la avenida Bolívar de Managua. Y agregó: “Si los golpistas quieren ser presidentes, que busquen el voto del pueblo, como lo manda la ley”. La Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora en el conflicto; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, organizaciones sociales y empresarios han pedido el adelanto de los comicios para cerrar la crisis política.