(EFE).- Ángeles Béjar, la madre de Luis Rubiales, suspendido temporalmente como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha puesto fin al encierro y huelga de hambre que inició para pedir justicia para su hijo, tras ser traslada ayer a un hospital y ser dada de alta horas después.
Así lo ha indicado el párroco de la iglesia de la Divina Pastoral, donde Ángeles Béjar mantuvo la protesta durante dos días y medio.
Ángeles Bejar, cuyo paradero no ha sido facilitado, evoluciona de forma favorable tras responder de forma satisfactoria al tratamiento realizado en el hospital Santa Ana de Motril donde fue trasladada.
Presentaba un importante hinchazón en las piernas, que pudo haberse ocasionado por la acumulación de líquidos, además de vómitos, mareos, angustia y un fuerte malestar físico que ha motivado que el médico que la trató en la iglesia donde secundaba el encierro recomendara el traslado al centro sanitario.
Salió de urgencias acompañada de Rubiales
La madre de Rubiales abandonó el servicio de urgencias del hospital pasadas las 23:30 horas de este miércoles acompañada de su hijo.
Rubiales fue sancionado temporalmente por la FIFA por besar en la boca a la jugadora Jenni Hermoso y por tocarse los genitales durante la celebración del título logrado por la selección femenina española en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Este viernes a las 19:00 horas se ha convocado en la plaza de la Aurora de Motril (Granada) una concentración por parte de diferentes asociaciones sociales y de mujeres de Granada en apoyo a la jugadora Jenni Hermoso.