Redacción (ALN).- Las intensas lluvias que cayeron en los últimos días pintaron de verde algunas zonas del desierto de Arabia Saudita, cerca de La Meca y Medina, donde la vegetación comenzó a brotar.
Esta transformación, sobre todo en el oeste, se debe al exceso de agua, que hace crecer pasto y plantas.
Las fotos muestran camellos pastando sobre pasto fresco, y zonas antes áridas ahora vibran de color. Este inusual espectáculo también ha sido visible desde satélites de la NASA.
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