Daniel Gómez (ALN).- Tanto Juan Guaidó como Estados Unidos piensan que la liberación de 110 presos políticos es una trampa de Maduro para legitimarse. En la Unión Europea, sin descartar esta posibilidad, quieren aprovechar este gesto para lograr unas elecciones limpias y creíbles. ¿Lo conseguirán? Tres analistas responden al diario ALnavío.
Nicolás Maduro dice que la liberación de 110 presos políticos en Venezuela es “un esfuerzo” para lograr la reconciliación del país. Y si bien Juan Guaidó celebra que sus colegas políticos se encuentran en libertad, advierte que el movimiento de Maduro es “una trampa” para legitimar las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Justo lo que piensa Estados Unidos: “El último ardid de Maduro para hacer que las próximas elecciones parezcan libres y justas es liberar de forma condicionada a algunos presos políticos que fueron injustamente encarcelados”, tuiteó este martes el secretario de Estado adjunto de EEUU para asuntos del Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak.
La visión de Europa es diferente. Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, comentó que “la excarcelación de un considerable número de presos políticos y diputados perseguidos en Venezuela es una buena noticia y una condición sine qua non para seguir avanzando en la organización de unas elecciones libres, inclusivas y transparentes”.
La declaración va en línea con lo dicho por España a través del Ministerio de Exteriores: “La crisis no podrá resolverse sin elecciones democráticas en las que todas las fuerzas y candidatos puedan concurrir con las debidas garantías”.
La excarcelación de un considerable número de presos políticos y diputados perseguidos en Venezuela es una buena noticia y una condición sine qua non para seguir avanzando en la organización de unas elecciones libres, inclusivas y transparentes.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) September 1, 2020
Para Anna Ayuso, investigadora principal para América Latina del Centro de Relaciones Internacionales de Barcelona (Cidob), la Unión Europea trabaja por lograr unas “elecciones lo más limpias posibles”, pero admite que esto no es nada fácil.
En declaraciones al diario ALnavío, Ayuso dijo: “Ahora mismo se está en un momento difícil. Es difícil para Guaidó, para Estados Unidos, y también para la Unión Europea. Obviamente, no se puede decir que la liberación de los presos es algo negativo. De hecho, es una buena noticia y también, una las tres grandes líneas que se le pedía a Maduro para garantizar una elección limpia. Pero no deja de ser un movimiento parcial. Sigue quedando un gran número de presos políticos en las cárceles, el Consejo Nacional Electoral [CNE] fue nombrado por el Tribunal Supremo y no por la Asamblea Nacional. Tampoco está garantizada la participación de todos los candidatos. Queda un gran número de presos políticos por liberar. Se supone que el propio Guaidó sigue inhabilitado. Henrique Capriles también. Así que pienso que la Unión Europea debería intentar al máximo lograr unas elecciones lo más creíbles posibles. Ir en este momento a unas elecciones sin condiciones mínimas no tiene sentido”.
¿Una trampa de Maduro?
Ayuso insiste en que no hay que fiarse de Maduro. Considera que las liberaciones pueden ser utilizadas “como una moneda de cambio para legitimarse, al igual que ha hecho Cuba”. Y también como un elemento divisorio.
“Creo que a estas alturas la oposición debería saber que Maduro siempre busca que se dividan, que se separen, y que al final, una parte de esta le termine legitimando, como ocurrió con Henri Falcón en las presidenciales de 2018”, apuntó la investigadora del Cidob.
¿Otro diálogo en Venezuela?
Desde Madrid, Fernando Gerbasi, exembajador de Venezuela ante la ONU, defiende la línea de Guaidó. Señaló a este diario que la liberación de los presos es “una maniobra de Maduro para llevar a cabo las elecciones del 6 de diciembre con un CNE írrito, nombrado por un tribunal ilícito”.
Los 3 requisitos para unas elecciones libres en Venezuela:
– Liberación de todos los presos políticos.
– Nombrar un CNE independiente.
– Participación amplia.
El diplomático agregó que “la postura de Borrell y de España es sumamente dubitativa”. Tampoco le gustó que el comunicado del Ministerio de Exteriores hablara de “indultos” en vez de excarcelaciones.
“No hay que olvidarse que esa gente estuvo presa sólo por motivos políticos, no porque hayan cometido ningún delito”, comentó Gerbasi.
El caso es que, tras la liberación de estos 110 presos políticos, en Venezuela se abre la puerta a otro diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición. O al menos una parte de la oposición, en este caso representada por Henrique Capriles, quien fue candidato presidencial y a punto estuvo de vencer a Maduro.
Maryhen Jiménez, doctora en Ciencias Políticas en el Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford, lo analiza para el diario ALnavío: “Las liberaciones por sí solas no son un indicador de diálogo. Si estas se logran enmarcar en un contexto de una serie de negociaciones para mejorar las condiciones electorales sería algo positivo. Es una manera de destrabar el dead lock que hay ahora mismo”.
Para Jiménez “no tiene sentido” continuar el debate sobre quién tiene el poder en Venezuela. “Ha quedado claro quién ejerce el poder y no es Guaidó. La mayoría de la población quiere un cambio en sus vidas y la pregunta es quién tiene las capacidades para capitalizarlo. Guaidó lo ha intentado por 17 meses sin éxito. Le quedan pocos. Y si no hay un cambio de estrategia es difícil pensar que lo logrará. Lo que podemos observar ahora mismo es que, como siempre, el chavismo busca dividir a la oposición y lo logra. No tenemos indicios suficientes sobre la voluntad política del gobierno para negociar. Debemos esperar”.