Leticia Núñez (ALN).- Once días después de los comicios presidenciales, el Frente Amplio, que obtuvo un 20% de los votos y es clave de cara a la segunda vuelta, anuncia su postura: evita respaldar directamente a Alejandro Guillier, el candidato de centro-izquierda. Expertos consultados por ALnavío creen que el conservador Sebastián Piñera tiene “un camino más sencillo de recorrer”.
Tras más de 10 días de reflexión, el izquierdista Frente Amplio (FA) ya ha tomado una decisión de cara a la segunda vuelta electoral del próximo 17 de diciembre en Chile. Se cumple el guion: no apoyarán directamente a Alejandro Guillier, el candidato de centro-izquierda, por sus “ambigüedades” en temas que consideran fundamentales. Esta resolución podría decantar la balanza a favor del conservador Sebastián Piñera, ya que la líder del FA, Beatriz Sánchez, consiguió un 20,3% de respaldo el 19 de noviembre, pisando los talones a Guillier, con un 22,7%.
“No somos ni nos sentimos dueños de los votos de las personas y por eso nuestro primer llamado es a cada uno de nuestros votantes a reflexionar y expresarse en las urnas de acuerdo a sus propias convicciones y análisis”, dijo Sánchez en una declaración pública.
Sin citar en ningún momento a Guillier, el Frente Amplio pidió mayor “claridad” a la Nueva Mayoría en algunas medidas que tiene pensado impulsar. Entre ellas, Sánchez citó las siguientes: “La ciudadanía necesita mayor claridad de la Nueva Mayoría respecto a si se eliminarán las AFP (fondos privados de pensiones), si se asegurará la educación de calidad sin deuda ni lucro y si se democratizará efectivamente el país con asamblea constituyente y Justicia Tributaria”.
El comando de Piñera tras la decisión del FA: “Guillier ha sufrido un rotundo fracaso político”
En consecuencia, el Frente Amplio se limitó a hacer un llamamiento a sus seguidores a “participar de la política” votando el 17 de diciembre. Un aspecto relevante ya que en la primera vuelta la abstención fue de 53%. Teniendo en cuenta que finalmente la izquierda no unirá fuerzas, los expertos vaticinan que la participación podría ser aún más baja. “En algún sentido, [el Frente Amplio] apuesta a ‘crecimos mucho como fuerza, hicimos una excelente elección, Piñera es presidente, pero en cuatro años tenemos una buena opción de hacernos con la Presidencia’”, apunta Valeria Palanza, profesora del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, agregando que Guillier en solitario tendrá “muy difícil” movilizar al electorado.
La cooperación entre la izquierda chilena, más dividida que nunca, se antojaba difícil desde el primer momento. El FA surgió como una alternativa bien diferenciada y en oposición a la izquierda tradicional. Por ello, Palanza apuntó que estratégicamente lo más conveniente para el partido de Sánchez era pasar directamente a la oposición y apostar por ser una alternativa de poder en cuatro años.
Así ha sido. Y todo pese a los gestos de acercamiento al bloque por parte de Guillier, como la promesa de condonar la deuda del Crédito con Aval del Estado (CAE) para el 40% de los estudiantes con menos recursos. Los de Sánchez abogaban por terminar por completo con el CAE y condonarlo a todos los deudores.
Guillier también incorporó cambios en su equipo: sacó al exministro Sergio Bitar de la primera línea, señalado por el FA como uno de los ideólogos del CAE, y sumó al abogado constitucionalista Fernando Atria, “figura muy respetada” por la formación de Sánchez, tal como informa el periódico chileno El Mercurio. Dichas incorporaciones fueron vistas como “guiños” del candidato oficialista al FA.
Sin embargo, Guillier también emitió juicios duros contra ellos. Sin ir más lejos, este lunes manifestó: “Si de verdad quieren pasar de lo testimonial a ofrecer una gobernabilidad a Chile, tienen que madurar mucho”. Unas palabras que molestaron al Frente Amplio, que pidió “inteligencia en el debate” y que se les trate “con respeto”.
Pese a todo, la formación izquierdista dejó claro que no le da igual quién gane porque Piñera “representa un retroceso, más desigualdad y exclusión, menos derechos, menos libertades, en sentido completamente contrario a las demandas que día a día” dicen escuchar en la calle.
Ahora, expertos como Palanza y el sociólogo chileno Nicolás Marticorena coinciden en que Piñera “tiene un camino más sencillo de recorrer”. Dependía de “lo buenas o malas que fueran las negociaciones entre Guillier y Sánchez” y aunque todo apunta a que la segunda vuelta será reñida, el conservador la encara, a su juicio, “con más opciones”. Desde el comando del expresidente chileno aseguran que “Guillier ha sufrido un rotundo fracaso político”.