Daniel Gómez (ALN).- Las empresas tienen beneficios multimillonarios, la economía mundial está en auge y existe liquidez. Sin embargo, es tal la incertidumbre que los flujos de capital internacional han echado el freno. En Latinoamérica y el Caribe la inversión extranjera ya acumula tres años de caídas, según los datos de la Cepal.
El último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de Naciones Unidas indica que la inversión extranjera directa en la región totalizó 161.673 millones de dólares en 2017, una caída de 3,6% respecto a 2016.
Lejos queda el máximo histórico alcanzado en 2013, de 188.101 millones de dólares, y también los 179.100 millones de dólares que captaron los países latinoamericanos en 2015 luego de una acentuada recesión de las corrientes de inversión en 2014. En ete último año el descenso fue de 16%.
Por un lado, la Cepal achaca este desplome al convulso contexto internacional, lleno de incertidumbres. Está la guerra comercial que inició Estados Unidos, las limitaciones de China a la expansión de sus empresas en el extranjero y el descenso de los precios de los productos de exportación.
También hay que tener en cuenta la proliferación de las empresas tecnológicas, “las cuales requieren una menor inversión en activos tangibles para crecer a escala internacional”, agrega la Cepal.
A todo ello hay que añadir las consecuencias de la recesión que vivió la principal economía latinoamericana, Brasil, entre 2015 y 2016. A pesar del repunte de la economía en 2017 (el Producto Interior Bruto creció 1,3%), esta sigue sin despertar confianza. De hecho, la inversión extranjera directa sufrió una caída de 9,7% interanual en 2017.
En Chile el descenso fue mucho más dramático y el capital extranjero se redujo 48,1%. Otro de los países predilectos de los inversores, México, también vio como los flujos de capital caían, aunque ligeramente.
Centroamérica y el Caribe están en racha
Se da la paradoja de que la inversión extranjera directa cae en un momento idílico. Las empresas anotan beneficios multimillonarios, sobra la liquidez y la economía mundial crece a ritmo de 3,2%.
En Panamá la inversión extranjera directa alcanzó los 6.066 millones de dólares en 2017
Los únicos que se salvan del contrasentido son Centroamérica y el Caribe. Por octavo año consecutivo, los flujos de capital aumentaron en América Central. Sobre todo, destaca la subida en Panamá, que alcanzó los 6.066 millones de dólares de IED en 2017.
“El alza del consumo generó un aumento de las inversiones en servicios, se llevaron a cabo nuevos proyectos relacionados con las energías renovables y las manufacturas para la exportación mostraron su competitividad, al incrementar la inversión recibida”, dice la Cepal para explicar el caso centroamericano.
En el Caribe, la inversión extrajera directa incrementó 20% hasta alcanzar los 5.835 millones de dólares el año pasado. Más de la mitad de esta cifra se dirigió a la República Dominicana. En los países caribeños, precisa la Cepal, “ha sido muy importante el incremento de las inversiones en el sector turístico, pero la inversión también ha aumentado en el sector de los recursos naturales en Guyana y Jamaica”.