Daniel Gómez (ALN).- La reunión que mantendrán Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, y su homónimo estadounidense, Donald Trump, se sigue con detenimiento en Venezuela. Hasta ahora tanto los gobiernos de América Latina (incluido el de Brasil) como los de Europa rechazan la intervención militar. No lo contemplan ni siquiera como una opción, como sí lo hacen los equipos de Trump y Juan Guaidó. ¿Se unirá Bolsonaro a esta línea?
La intervención militar en Venezuela, también llamada intervención humanitaria, misión de paz, operación rescate de la libertad… carece de apoyo. En Bogotá, Brasilia, Ottawa, Madrid y Bruselas son claros en decir que no es una opción. Lo mismo ocurre en buena parte de Washington.
La firmeza con la que se condena la intervención militar contrasta con las veladas amenazas que vienen desde la Casa Blanca y desde el propio presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
“Creo que responsablemente debo hablar de todas las opciones para lograr el cese de la usurpación”, ha venido repitiendo Guaidó, quien rehúye hablar explícitamente de la intervención militar.
De hecho, insiste en que “no hay posibilidad de una intervención, porque hay un Gobierno encargado en ejercicio que pudiera solicitar cooperación”. ¿Cooperación? “Tenemos la cooperación estadounidense, canadiense, colombiana, brasileña en estos momentos”, precisó al diario ABC.
División en Washington
Guaidó cita cuatro países. El primero es Estados Unidos. Es cierto que el presidente, Donald Trump; el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo; el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton; y el enviado especial para Venezuela, Elliot Abrams, advierten que “todas las opciones están sobre la mesa”. Aunque al igual que Guaidó, no hablan explícitamente de la intervención militar.
Que lo tienen en la cabeza es un hecho. Siempre que les preguntan evitan emplear el término militar e insisten en que todas las opciones están presentes. Se presupone que se refieren a la solución armada. ¿Y si no lo hacen? La duda sigue ahí.
El caso es que esta es la postura de Guaidó y la de la Casa Blanca. No la del Congreso, al que le tocaría aprobar una intervención militar en Venezuela. Y no es una opción en el Parlamento porque la Cámara de Representantes tiene mayoría demócrata, y estos rechazan de plano la solución armada.
La intervención militar en Venezuela abre otra brecha entre republicanos y demócratas
“Una intervención militar de EEUU para dar forma al futuro de Venezuela no es una opción. Y estoy preocupado por las constantes menciones de que la acción militar continúa sobre la mesa”.
Esto dijo el pasado miércoles el demócrata Eliot Engel, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, reunión en la que quedó palpable la brecha que hay entre republicanos y demócratas en torno a la intervención militar.
Canadá y Colombia no apoyan la intervención militar
En sus planes de cooperación Guaidó también citó a Canadá. ¿Rechaza el gobierno de Justin Trudeau una intervención militar en Venezuela? “Sí”, respondió rotunda la ministra de Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, cuando fue preguntada en la reunión que el Grupo de Lima mantuvo en Ottawa a inicios de febrero.
20 días después Freeland volvió a dar otra negativa. “Canadá sólo apoyará una transición pacífica”, afirmó en el encuentro del Grupo de Lima que se celebró en Bogotá, el 25 de febrero, dos días después de que el régimen de Nicolás Maduro bloqueara el ingreso de la ayuda humanitaria.
Guaidó señaló a Colombia como un país cooperador. Es cierto, coopera, pero no promocionando intervenciones militares. “No patrocino intervenciones militares”, dijo a ALnavío el presidente colombiano, Iván Duque, sobre Venezuela en julio de 2018, en coherencia con una postura que ha defendido hasta ahora.
“No creo que la solución [para Venezuela] sea una intervención militar”, declaró Duque este viernes al diario italiano Il Sole 24 Ore. Entrevista en la que apostó por intensificar el cerco diplomático y aplicar más sanciones a los dirigentes chavistas, así como convencer a la Fuerza Armada y a los gobiernos de China y Rusia para que se pongan del lado de Guaidó.
“Esperamos que Rusia pueda modificar su postura política para que se restablezca el orden institucional en Venezuela”, dijo.
¿Cambiará de idea Bolsonaro?
En los cuatro países citados por Guaidó falta Brasil. ¿Cuál es la postura de Jair Bolsonaro? El presidente está de visita en Estados Unidos. Se reunirá con Trump este martes. Almorzarán juntos, y hablarán, entre otros temas, de Venezuela.
La crisis venezolana está en la agenda de Bolsonaro. Este lunes, cuando visitó la Agencia Central de Inteligencia (CIA), ese fue uno de los temas a tratar. Más tarde, en un directo de Facebook, agregó que una de las prioridades de Brasil, y también de Latinoamérica, “es resolver la cuestión de nuestra Venezuela”.
Bolsonaro fue a la CIA a hablar de Venezuela
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“Venezuela no puede continuar de la manera en la que se encuentra. Ese pueblo tiene que ser liberado. Y contamos con apoyo norteamericano para alcanzar ese objetivo. Juntos podemos hacer mucho”, comentó.
Hasta el momento, Bolsonaro ha dicho no a la intervención militar. “Brasil siempre va a buscar la vía pacífica para resolver los problemas”, declara el mandatario cuando es preguntado por acudir a las armas. ¿Pero contemplará ahora todas las opciones?
Europa dice no a la intervención militar
La que desde luego dice que no a cualquier solución armada es la Unión Europea. El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, fue muy claro cuando dijo a finales de febrero que “no todas las posiciones están sobre la mesa”.
“Hemos advertido claramente que no apoyaríamos y condenaríamos firmemente cualquier intervención militar extranjera, que esperamos no se produzca”, comentó un día después de que Maduro bloqueara el paso a los alimentos en la frontera con gases lacrimógenos y perdigones.
España marca la línea en Bruselas y se nota. Porque como Borrell, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, también descarta cualquier solución que no sea pacífica.
En los esfuerzos por lograr una transición democrática y unas elecciones, la UE impulsó un Grupo de Contacto, muy criticado por los populares y los liberales en el Parlamento Europeo. Dos grupos políticos que, si bien son más duros que la UE en sus condenas contra el régimen, también descartan la opción militar.
“Una intervención militar sería algo negativo para Venezuela, incluso por la creación de precedentes”, declaró a ALnavío el eurodiputado de Ciudadanos, y representante del grupo liberal, Javier Nart.
Quiénes sí hablan claro sobre la opción militar
En el equipo de Guaidó nadie se refiere explícitamente a la intervención militar. Julio Borges, representante del presidente encargado ante el Grupo de Lima, sí se expresó con dureza en ABC cuando dijo que “Maduro va a salir del poder por las buenas o por las malas”.
“Se ha atrincherado hasta un nivel de violencia, represión y pobreza que cualquier cosa puede pasar, desde que la gente termine de rebelarse, que haya una ruptura militar que lo saque del poder, o que convierta Venezuela en una crisis que desborde a la región y haya necesidad de contener esa crisis. Todas las opciones deben estar abiertas para quien se ha dedicado a destruir un país de manera inaceptable. Queremos paz y Maduro ha escogido el camino de la violencia”, explicó Borges.
Pese a la contundencia, no emplea el término intervención militar. Quienes sí lo hacen son otros importantes políticos venezolanos, como Antonio Ledezma, alcalde de Caracas en el exilio, y Diego Arria, exministro venezolano, excandidato a la Presidencia, y expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU.
¿Tiene razón Guaidó cuando amenaza con una intervención militar?
Tanto Ledezma como Arria exponen argumentos. En una reciente conversación con ALnavío el primero afirma que el régimen de Maduro “está perpetrando un genocidio silencioso y también un exterminio”. Y lo afirma citando el Estatuto de Roma, que es instrumento consultivo de la Corte Penal Internacional.
Por eso justifica la intervención militar, aunque Ledezma prefiere emplear el término “intervención humanitaria”, porque entiende que un ataque contra Maduro busca paliar el desastre humanitario provocado por su régimen.
Guaidó: “No hay posibilidad de una intervención, porque hay un Gobierno encargado en ejercicio que pudiera solicitar cooperación”. ¿Cooperación? “Tenemos la cooperación estadounidense, canadiense, colombiana, brasileña en estos momentos”
Con argumentos, Arria también justifica en este diario “la liberación de Venezuela de una narcotiranía” por medio de una intervención militar, aludiendo incluso a motivos históricos.
“Pienso que en Venezuela todas las intervenciones estadounidenses han sido muy favorables”, comentó citando la intervención del presidente Grover Cleveland en 1897 para que la Guayana quedara en manos venezolanas y no francesas. Y cuando en 1902 el gobernante Theodore Roosevelt medió para vencer el bloqueo naval impuesto a Venezuela por los imperios británico y alemán, así como por el Reino de Italia.
Arria, como Ledezma, sustituye el término intervención militar por el de “rescate”, ya que entiende la ayuda de EEUU como una forma de liberar a Venezuela del “régimen que secuestró su democracia”.
En un reciente vídeo de Facebook, Arria también echó mano a la Historia. “¿Qué pensará El Libertador [Simón Bolívar] cuando se tuvo que ir a Colombia a buscar soldados colombianos para que lo ayudaran como el caso fue y luego lo hizo trayendo a la Legión Británica? ¿Por qué? Porque los venezolanos solos no lo podíamos hacer (…) ¿Si los venezolanos no recibimos el apoyo de una fuerza internacional para rescatar la libertad seguiremos siendo un peligro no sólo para nosotros, sino un peligro enorme para la comunidad internacional?”.