Daniel Gómez (ALN).- Según cifras oficiales, en Venezuela viven 167.000 españoles, 126.553 italianos y 37.000 portugueses. Hacen un total de 330.553 personas que no sólo están amenazadas por Nicolás Maduro, sino también por una intervención militar con la que se pretende salir del régimen.
La intervención militar extranjera en Venezuela gana peso en la ruta del Presidente Encargado, Juan Guaidó.
Se sabe por las declaraciones del mandatario en ruedas de prensa y medios internacionales. Se sabe por la resolución de la Asamblea Nacional del pasado martes, cuando aprobó la reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Un pacto del que Hugo Chávez decidió salirse en 2012 y que supone un primer paso para facilitar una intervención extranjera en el país.
“Avanzamos en esa dirección, evaluando responsablemente la mejor opción, la que genere el cambio de forma más rápida para salir de esta crisis profunda que vivimos”, tuiteó Guaidó este domingo para comunicar el envío de una carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, con el fin de continuar con la reincorporación al TIAR.
Se sabe también que la intervención militar en Venezuela cobra fuerza por las órdenes de Guaidó a su embajador en Estados Unidos, Carlos Vecchio, quien ya solicitó al Comando Sur una reunión en Washington. Un encuentro para “establecer relaciones directas en materia de cooperación”. Con el término “cooperación internacional” Guaidó alude a la intervención militar.
El hecho es que la solución armada gana peso en Venezuela. Un país en el que residen 32 millones de personas.Muchos de ellos extranjeros. Muchos de origen europeo. Principalmente españoles, italianos y portugueses, quienes suman un total de 330.553 personas. Europeos como los alemanes, los franceses y los británicos. Los húngaros, los eslovenos y los holandeses. Europeos que no aparecen en los censos pero que, como el resto, ya sufren el desastre económico, político y humanitario de Nicolás Maduro, y a los que ahora se les suma una preocupación extra: la guerra.
El esfuerzo diplomático y Europa
La intervención militar en Venezuela de una fuerza extranjera no es ningún acto de desespero, ni ninguna ocurrencia. Guaidó tiene argumentos. De ahí la reactivación del TIAR, que permite una respuesta recíproca cuando un país es invadido. Invadido en este caso por los grupos cubanos que sostienen al régimen en el poder. Por las guerrillas que operan en la frontera de Venezuela con Colombia. Por los jerarcas chavistas que tienen vínculos con el narcotráfico.
Existen argumentos para activar una intervención militar, pero la presión diplomática tiene una nueva vía de escape: la Unión Europea. Desde el gobierno de Guaidó se cree que la Unión Europea puede hacer más en materia de reconocimiento diplomático, sanciones y denuncias.
“Pedimos a nuestros aliados en Europa que legitimen al máximo a nuestros representantes en pro de la consolidación de nuestro gobierno. Instamos a la Unión Europea a ampliar las sanciones hacia el régimen como medida de presión para lograr una solución a la crisis”, dijo Guaidó en Twitter este domingo.
“Por último, hacemos un llamado a la Unión Europea a que respalde e impulse los esfuerzos que hemos emprendido ante instancias nacionales y universales para juzgar los crímenes de lesa humanidad en Venezuela”.