Redacción (ALN).- Britney Spears ya dio el “sí, quiero”. Seis meses después de recuperar su libertad, tras más de una década sometida a una férrea tutela paterna, la cantante, de 40 años, se casó con el iraní Sam Asghari, de 28, según ha informado People.
La intérprete de Toxic ya había adelantado su intención de hacerlo en varias ocasiones. Este es el tercer matrimonio para la vocalista, y es la primera vez que Asghari pasa por el altar.
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La pareja se casó en una ceremonia íntima. Spears ya había confirmado en sus redes sociales quién la vestiría en esta ocasión. “Donatella Versace hará mi vestido de novia, tal y como hemos hablado”, anunció el pasado mes de marzo.
Entre los invitados, no estuvieron los padres de Spears, ni sus hijos ni su hermana Jamie Lynn. Pero sí famosos como Paris Hilton, Lindsay Lohan, Selena Gómez, Drew Barrymore, Madonna. En total fueron 100 celebridades, según TMZ.
También asistió el abogado de Britney, Mathew Rosengart, quien ayudó a liberarla de su tutela.
En la fiesta de boda, Spears bailó con sus más cercanos. Hubo un momento en que Paris Hilton tomó el micrófono e hizo que Britney se uniera a ella mientras cantaban el éxito de la heredera Hilton «Stars Are Blind».
Uno de los momentos icónicos fue cuando Britney y Madonna compartieron un beso, llevándolos a todos a su recordado show de los VMA. Selena se unió a ellos en un momento, bailando «Toxic».
La princesa del pop hizo varios cambios de vestimenta: lució mini vestidos rojos, negros y un vestido de dos tonos en la noche; usó joyas diseñadas por Stephanie Gottlieb, incluido un collar de tenis con diamantes de 27 quilates en forma de corazón valorado en 100 mil dólares.
Su exmarido intenta interrumpir la ceremonia
El exmarido de Britney Spears, Jason Alexander, intentó interrumpir este jueves la boda de la cantante con Sam, al acceder a su hogar horas antes de que la pareja contrajera matrimonio en una ceremonia privada.
El diario TMZ fue el primero en adelantar este enlace, organizado en secreto por Spears en su residencia de Los Ángeles y que, según la prensa estadounidense, no contará con la asistencia de la familia de la cantante.
Alexander, quien contrajo matrimonio con la intérprete de «Baby One More Time» en 2004 durante un viaje en Las Vegas (EE.UU.) pero firmó el divorcio 55 horas después, logró acceder a la casa de Spears y grabar los preparativos del enlace.
El hombre logró esquivar el perímetro de seguridad de la mansión, ubicada en el sur de California, y retransmitió en directo a través de Instagram su recorrido por los pasillos de la casa hasta que encontró una carpa decorada como una capilla en la que, aparentemente, se celebrará la boda.
Allí, Alexander preguntó a un grupo de operarios dónde estaban Spears y su familia. «Britney Spears me invitó aquí. Ella es mi primera mujer, mi única mujer. Soy su primer marido. Estoy aquí para parar la boda», gritó a los agentes de seguridad mientras continuaba la emisión.
Finalmente, el hombre fue detenido.
El fin de la tutela
A finales del año pasado la Justicia de California puso fin a la tutela por la que el padre de la cantante llevó las riendas de sus finanzas y vida personal durante casi 14 años, una situación legal tan controvertida que derivó en escándalo internacional gracias a la insistencia de los fans de Spears.
La artista, que ha vendido más de 100 millones de discos, ha recuperado su autonomía y pronto podrá hacer uso de su patrimonio de 60 millones de dólares, una situación radicalmente diferente a la de hace unos meses, cuando tenía que pedir permiso para salir de casa..
La primera decisión que tomó tras el fin de la tutela fue su compromiso con Sam Asghari, un bailarín al que conoció en 2016 durante el rodaje del videoclip «Slumber Party».