(EFE).- La inflación anual bajó un punto en España durante diciembre, hasta el 5,8 %, debido a una menor subida de la electricidad y un mayor abaratamiento de los carburantes, y a pesar del aumento de los precios del tabaco y alimentos elaborados.
Por el contrario, la tasa subyacente (sin alimentos frescos ni energía) subió seis décimas, hasta el 6,9 %, y superó al índice general de precios de consumo (IPC) por primera vez desde febrero de 2021, según datos adelantados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística.
La inflación se ha moderado desde el máximo del 10,8 % interanual alcanzado en julio pasado, mientras que la subyacente lleva 19 meses al alza, desde abril de 2021, cuando la tasa era del 0 %; solo bajó levemente (dos décimas) en septiembre de este año.
La evolución del IPC general se debe a que los precios de la electricidad subieron menos que en diciembre de 2021 y los carburantes registraron un descenso mayor que el del año pasado.
En sentido contrario, los precios del vestido y calzado disminuyen, pero menos que hace un año, y se encarecen el tabaco y, un mes más, los alimentos elaborados.
La última vez que la inflación subyacente supero a la general sucedió en febrero de 2021: el IPC general se encontraba en el 0 % y la subyacente en el 0,3 %, por lo que ambas tasas se encontraban en un contexto de estabilidad de precios.
Desde el pasado mes de julio, la inflación subyacente está en niveles históricos y no ha bajado del 6 %, por lo que hay que remontarse a 1993 para ver una tasa similar.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Económicos insistió en que «la evolución de la inflación confirma la eficacia de las medidas adoptadas por el Gobierno para contener los precios y refuerza para los próximos meses la competitividad de las empresas españolas y la tendencia descendente en la inflación».
El Ejecutivo ha decidido suprimir temporalmente y desde el 1 de enero el impuesto del valor añadido (IVA) de alimentos básicos como el pan, las harinas panificables, la leche, el queso, los huevos, las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres, las patatas y los cereales, productos que en algunos casos acumulan subidas anuales de más del 30 %.