Daniel Gómez (ALN).- El sector se afianza como la primera industria de España. En 2016 superó los niveles anteriores a la crisis por el impulso de las exportaciones, que establecen un nuevo récord en cada ejercicio. Para que el ritmo no pare el reto se sitúa en América Latina, un mercado donde los productos españoles tienen gran margen de crecimiento.
La industria alimentaria en España está de récord y supera los niveles anteriores a la crisis económica. Una línea de crecimiento que se consolida gracias al tirón de las exportaciones, que volvió a registrar máximos históricos. Según la memoria de cuentas de la FIAB, Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas, el sector creció 8% y superó los 27.500 millones de euros (31.300 millones de dólares) en 2016.
Pero no fue lo único reseñable. Los volúmenes de producción alcanzaron 96.400 millones de euros (110.000 millones de dólares) y se sitúan, en términos reales, por encima de los de 2008. De esta manera, el sector se afianza como la primera industria del país al aportar casi un 3% al Producto Interior Bruto (PIB).
La crisis económica cambió la filosofía del empresario español. De importador a exportador. Así ocurrió, como se ha visto, en la industria alimentaria. La marca España cruzó fronteras y se instaló en la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón.
“No solo ha consolidado la recuperación económica, sino que cuenta con un gran potencial para seguir sumando logros y potenciando el valor de nuestro país ante el mundo”, reseñó el director general de la FIAB, Fernando Brugaz, en la presentación del informe.
Ahora el reto pasa por América Latina. Es la región de destino favorita de los grandes grupos del Ibex, y también puede serlo para la industria alimentaria. En un territorio tan grande como el latinoamericano, solo se movilizaron 885 millones de euros (1.000 millones de dólares). Esto equivale a un 3%.
La marca España de alimentos solo triunfó en México
Acudiendo a los datos que la FIAB facilitó al diario ALnavío, México es el primer destino del producto español en Latinoamérica. Ocupa el decimotercer puesto del listado global tras movilizar 297 millones de euros en 2016. Más lejos aparece Brasil, en segundo lugar y 30 del mundo. La economía más rica de la región -por niveles de PIB- supuso poco más de 130 millones de euros.
El producto estrella en América Latina es el aceite de oliva pues aportó 128 millones de euros
La brecha es aún más grande en Colombia, Chile y Ecuador, países que no superan los 100 millones de euros, y más aún en Perú, Panamá, Argentina, Costa Rica y Uruguay, que no alcanzan los 40 millones. Aquí es donde aparecen esas oportunidades a las que llamó Brugaz.
Las miras están puestas en Colombia tras la firma de los acuerdos de paz. Brasil, a pesar de las turbulencias políticas, abandona la recesión con robustez y buenos indicadores macroeconómicos. Chile ha sido la economía más pujante de América Latina y Perú se aproxima a serlo, con previsiones de crecimiento, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), por encima del 4%.
Argentina, donde las exportaciones no alcanzaron los 27 millones de euros (30 millones de dólares), sale de la crisis inflacionaria a un ritmo lento pero constante. Además, está empeñada en “abrirse al mundo”. Y en estos planes de apertura que ocupan al presidente Mauricio Macri, España se presenta como enclave logístico de primer nivel.
Otros datos ofrecidos por la FIAB fueron los de los alimentos y bebidas que más triunfan en América Latina. El producto estrella es el aceite de oliva pues aportó 128 millones de euros (145 millones de dólares). Le sigue el vino, cuyo aporte bordeó los 104 millones (118 millones de dólares). Y por último, más distanciados -en volúmenes comprendidos entre los 40 y 20 millones-, productos como el brandy, pescado congelado, aceitunas y carnes.