Antonio José Chinchetru (ALN).- La independencia de Cataluña es un escenario imposible, según la opinión de diversos políticos y analistas consultados por ALnavío. Si ocurriera, podría conducir al fin del sistema político español. Consideran que Podemos es un aliado de los secesionistas porque esta formación se beneficiaría en su búsqueda de instaurar un nuevo régimen político en España.
Políticos y analistas coinciden en descartar que se vaya a producir la independencia de Cataluña. Consideran que, si tan improbable escenario se llegara a dar, las consecuencias para el sistema político español serían desastrosas. Expertos en la política española consultados por ALnavío coinciden en señalar que a Podemos esa situación le beneficiaría por conducir a la implosión del actual régimen constitucional.
Si el desafío independentista catalán consiguiera su objetivo, las consecuencias políticas tanto dentro del hipotético nuevo Estado como en lo que quedara de España serían muy importantes. En el país que vería reducido su territorio se produciría una reconfiguración del mapa político que tendría a las dos mayores fuerzas políticas actuales, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), como los grandes perjudicados. Quienes mayor ventaja sacarían de la nueva situación podrían ser Podemos y, en mucho menor escala, Ciudadanos.
Una independencia imposible
ALnavío ha conseguido conversar con representantes de tres de las cuatro principales formaciones políticas españolas, que se han mostrado cautos a la hora de plantear esa situación. De hecho, descartan que se vaya a producir. El diputado del PP en el Parlamento de esa comunidad autónoma Juan Milian es contundente al respecto: “Veo más una fractura social y un conflicto en Cataluña que la independencia. Hoy por hoy, pienso que es imposible”.
Cristian Campos: “Sería el detonante de la tormenta perfecta que podría llevar a la destrucción del sistema parlamentario español”
El portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, ha dicho: “Nunca nos entregamos a la especulación con ese escenario. Con absoluta seguridad nunca se va a dar, por lo que sería alimentar un marco que no va a existir jamás”. Por su parte, el concejal del PSOE en Madrid y analista político en medios de comunicación Antonio Miguel Carmona ha declarado: “El PSOE nunca dejaría la E y seguiríamos defendiendo el marco de la Constitución a pesar de una declaración de independencia”.
Aunque insiste en que “la independencia es imposible”, Milian sí se atreve a plantear el escenario: “No tengo ninguna duda de que en una hipotética Cataluña independiente seríamos ilegalizados. Si no lo hicieran con una norma clara, no dejarían que nos presentáramos a las elecciones, o que fueran cargos públicos quienes no juraran la Constitución catalana. Y yo no la pensaría jurar”.
El diputado autonómico también plantea las consecuencias para su formación en el resto del país: “Un paso firme hacia la independencia dejaría muy tocado al Partido Popular tanto en Cataluña como en el resto de España. No sé qué pasaría con el resto de los partidos. Dependería de cómo se dieran los pasos, de si hay violencia o no”.
Por su parte, Carmona considera que la secesión “le haría al PSOE tanto daño como al resto de España”. Añade que: “No creo que hubiera nadie en el PSC (Partido Socialista de Cataluña, formación autónoma que representa al PSOE en dicha región) que aceptara la independencia”. No considera, eso sí, que en una posible recomposición del mapa político su formación saliera especialmente mal parada: “El Partido Socialista aguantaría. Sufriría un desgaste, pero como el resto del país”.
Riesgo para el sistema democrático español
Cristian Campos, articulista y analista del diario El Español, también ve improbable la independencia de Cataluña, si bien cree que no hay una solución ‘limpia’ a la actual situación. Considera que se tratará de una salida “híbrida, sucia, que no va a contentar a nadie”. Sin embargo, analiza para ALnavío cuál podría ser la reconfiguración del mapa político español si se llegara a producir la secesión: “La decepción con los partidos oficialistas, PP y PSOE, sería tremenda. No creo que España pudiera tolerar eso sin tomar represalia contra esos partidos”.
Este analista apunta a la formación de Pablo Iglesias como uno de los principales responsables de la situación actual, y considera que sería la gran beneficiada por una hipotética secesión. Afirma: “El meollo del asunto es Podemos. Está dedicado a la destrucción del consenso del 78 -la actual Constitución española se aprobó en 1978- y de la democracia parlamentaria española. Utiliza el tema de la independencia de Cataluña como una de las armas con las cuales llegar a eso. En el momento en que eso ocurriera, en una situación de caos, quien más iba a ganar es Podemos. Aplastaría al PSOE”.
Otro partido que ganaría fuerza sería Ciudadanos. En opinión de Campos: “La gente culparía al PP y al PSOE y el beneficiario sería un partido que ha tenido una postura activa y beligerante contra el nacionalismo, y al que la gente no atribuiría la responsabilidad de la situación por no haber tenido poder suficiente para haber hecho algo”. Señala que, si existiera la sensación de que se ha llegado a ese punto por culpa de la inacción del PP, también Vox (escisión a la derecha del PP que no ha logrado representación parlamentaria) podría beneficiarse en términos electorales.
Sin embargo, las consecuencias de la secesión serían mucho más profundas que una reconfiguración de fuerzas políticas, lo que explicaría la postura que mantiene Podemos. En opinión de Campos: “Entraríamos en un proceso de zozobra institucional enorme. La independencia de Cataluña sería el detonante de la tormenta perfecta que podría llevar a la destrucción del sistema parlamentario español y la implantación de un régimen de otro tipo en España”.
Varios dirigentes de Podemos han vinculado la derogación de la actual Constitución con la independencia de Cataluña. Pablo Iglesias lo hizo en 2014, al resultar elegido secretario general del partido. Entonces dijo que la independencia sería posible si se rompe “el candado del 78”. Antes incluso de crear la formación, en octubre de 2013, Iñigo Errejón participó en una mesa política sobre procesos constituyentes organizada por la revista Vientos del Sur. Sostuvo entonces que es necesario “convencer a las izquierdas a las que les va bien al calor de los sentimientos soberanistas o nacional-populares de que el candado del 78 sólo se abre juntos”.
Ignacio Camacho: “El problema no es cómo quedarían los partidos, sino qué ocurriría con España”
Ignacio Camacho, exdirector del periódico ABC y columnista en el mismo medio, se expresa de forma similar. Considera que la independencia de Cataluña “no va a ocurrir”. Añade que: “Si sucediese, el problema no es cómo quedarían los partidos, sino qué ocurriría con España. Acabaría con el régimen constitucional y a partir de ahí todo podría someterse a implosión”. Considera que “se abriría una dinámica imprevisible en la que podrían desde desaparecer partidos y aparecer otros nuevos hasta terremotos políticos incontrolables. Sería muy difícil la continuidad de la Corona, y de ahí para abajo, todo”. Lo que sí tiene claro es que el Gobierno del PP “saldría volatilizado”.
Como Campos, Camacho apunta a la responsabilidad de la formación de Pablo Iglesias: “Podemos aprieta en parte por ese lado porque sabe que es un elemento de desestabilización del régimen”. En su opinión, “ellos creen que podrían ser los grandes ganadores”. El exdirector de ABC argumenta: “Buscan la demolición del régimen y creen que esto ayuda a lograr ese objetivo. Otra cosa es que luego les saliera bien. Pero es verdad que en un escenario de revolución, que es lo que se produciría, ellos confían en adquirir ventaja. Podemos es un partido revolucionario”.