Redacción (ALN).- La imagen de una botella de cerveza en el abismo Challenger, el punto más profundo de los océanos, revela hasta qué punto llega la contaminación de los mares que causa la humanidad.
Con 10,9 kilómetros, el abismo Challenger es el punto más profundo de los océanos y uno de los lugares menos accesibles de nuestro planeta Tierra.
El descubrimiento de esta botella, que contamina el lecho de esta zona, arroja luces sobre lo perdujicial que están siendo las actividades humanas no solo para el océano, sino para la naturaleza del planeta en su conjunto.
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