Redacción (ALN).- El Volcán de Fuego, el más activo de toda Centroamérica, ha vuelto a entrar en erupción. Lo ha hecho en más de 60 ocasiones desde que fue descubierto por el conquistador español Pedro de Alvarado. Este domingo provocó al menos 25 muertos y 20 heridos. Las cenizas alcanzaron 10.000 metros de altura. Fue la erupción más violenta en los últimos 44 años.
La violencia del Volcán de Fuego es conocida desde hace siglos en Guatemala. Se dice que el conquistador español Pedro de Alvarado lo vio en erupción en 1524. Así lo reportó él mismo en epístolas. Desde entonces, el volcán ha explotado más de 60 veces. La última fue este domingo provocando al menos 25 muertos, 20 heridos, 3.100 evacuados y un total de 1,7 millones de ciudadanos afectados.
Cuenta la leyenda indígena que unos sacerdotes españoles intentaron bautizarlo con el nombre de Catarina, pero que el volcán reaccionó provocando una erupción tan violenta que arrojó la cruz que habían colocado los religiosos en la cima hasta el palacio del obispo, en la ciudad de Santiago de los Caballeros -actual Antigua de Guatemala- a unos 34 kilómetros. Los sacerdotes sintieron tal pánico que nunca más intentaron bautizarlo.
En el Compendio de la historia de la Ciudad de Guatemala, el historiador Domingo Juarros especificó que el Volcán de Fuego entró en erupción en 1581, 1586, 1623, 1705, 1710, 1717, 1732 y 1737, siendo la de 1711 una de las más terribles. De hecho, los habitantes de Santiago de los Caballeros salieron en procesión a pedir la protección divina.
La última vez que el Volcán de Fuego entró en erupción fue en febrero de 2015
Recientemente, en 2012, más de 10.000 personas tuvieron que ser evacuadas por la fuerza del volcán. El 18 de mayo se produjo una erupción que duró un día. Después, el 21 de agosto se registraron desprendimientos de bloques y flujos de lava y posteriormente, el 13 de septiembre, el volcán estalló en una serie de poderosas erupciones llamadas erupciones paroxismales, que se caracterizan por ser fuertes explosiones de gas y lava en cortos intervalos.
Con 3.763 metros, el Volcán de Fuego está considerado como el más activo de toda Centroamérica. Se ubica entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, a 50 kilómetros al oeste de la capital, Ciudad de Guatemala. Según informa el periódico guatemalteco La Prensa, la furia del coloso se ensañó principalmente en Escuintla, donde se cuentan varios fallecidos que quedaron atrapados por una avalancha de lava.
La erupción de este domingo afectó particularmente a dichas comunidades rurales y a la ciudad colonial de Antigua Guatemala, el destino turístico más importante del país.
De hecho, además del Volcán de Fuego, otros dos grandes volcanes –el de Agua (3.760 metros) y el Acatenango (3.976 metros)- abrazan la ciudad de Antigua. Declarada patrimonio mundial por la Unesco en 1979, además de la arquitectura colonial, el atractivo turístico del lugar son estos tres volcanes.
La última vez que el Volcán de Fuego entró en erupción fue en febrero de 2015, y las cenizas alcanzaron 5.500 metros de altura. Ahora han sido 10.000 metros de altura sobre el nivel del mar, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumen) del país.
Información vulcanológica: Mapa de caída de ceniza por actividad del volcán de Fuego. pic.twitter.com/N8S2P8Jc7G
— INSIVUMEH Guatemala (@insivumehgt) 3 de junio de 2018
“Esta es la erupción más grande desde 1974. Hemos tenido erupciones constantes, pero no de esta dimensión, en esta han descendido hasta ocho kilómetros de lava de gran magnitud”, dijo Gustavo Chigna, experto del Insivumen, en declaraciones a los medios de comunicación. Agregó que hubo “ondas de choque” que se percibieron en viviendas situadas a 20 kilómetros de distancia.
Por su parte, el director del instituto, Eddy Sánchez, destacó que “no hay flujos de lava fuertes, pero sí explosiones que se dan por las nubes ardientes o flujos piroclásticos en las barrancas Seca, Cenizas, Mineral, Taniluya, Las Lajas, Barranca Honda. Hay un potencial muy grande de avalanchas de lodo”, señaló.
La ceniza también llegó al departamento norteño de Baja Verapaz y El Progreso, en el oriente. En la capital, la erupción del volcán obligó a suspender los vuelos en el aeropuerto internacional La Aurora.